La sensacional ‘Invencible’ de Robert Kirkman vuelve con más humor bilioso y contundencia superpoderosa que nunca.
Es imposible relatar aunque sean los primeros cinco minutos del arranque de la segunda temporada de ‘Invencible’ sin hacer unos cuantos y muy tremendos spoilers. Solo podemos decir que esta fantástica sátira superheroica producida por Robert Kirkman para Prime Video y basándose en los cómics que él mismo guionizó arranca de la mejor y más sorprendente forma posible. Y viniendo de donde viene, es mucho decir.
Lo que también deja claro este primer episodio de la segunda temporada es que vamos a abandonar ese familiar saborcillo a historia de origen que tenía el año precedente. Se acabaron las intrigas en el instituto, y arrancan otras mucho más épicas y de alcance universal. O incluso interdimensional. Porque sí, la segunda temporada de ‘Invencible’ se mete el barrizal superheroico de moda.
Aunque podemos predecir que el tono de ‘Invencible’ va a ser diametralmente opuesto al de Loki, los viajes entre dimensiones podrían jugar un importante papel en esta temporada. Serán la clave que dará fruto a un enemigo de proporciones colosales y que también explica algún que otro dramático giro. Y todo esto aderezado con las peleas y la violencia marca de la casa, que salpican la pantalla con matanzas en masa y muertes con buenas raciones de surtidores de hemoglobina.
Porque si la anterior temporada concluía con un apocalipsis paternofilial que ponía en riesgo el planeta, ésta arranca (tras ese impactante inicio que comentábamos) con la búsqueda de una identidad en un grupo de superhéroes que ya conocemos, y con el deseo de Mark de distanciarse lo más posible de la sombra paterna. No será fácil, pero francamente, tampoco es nada que no solucionen un par de rótulas tronchadas.
john-tones