sábado 21 de diciembre de 2024 10:26 am
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El abogado de la parte acusadora, Kenneth Dintzer, dijo que Google ha mantenido ilegalmente un monopolio por más de una década y basará sus alegatos en revelar acuerdo por lo que la compañía supuestamente paga para ser el motor de búsqueda predeterminado en diferentes dispositivos.

El juicio contra la empresa tecnológica Google inició el martes en una corte de Estados Unidos con una sesión inaugural en la que la parte acusadora (el Gobierno de EE.UU.) prometió revelar las tácticas de la compañía para monopolizar el negocio de los buscadores.

“Google mantuvo ilegalmente un monopolio durante más de una década”, apuntó el subdirector de la división civil del Departamento de Justicia, Kenneth Dintzer, al terminar su intervención, la primera de la jornada y del proceso judicial.

Tras el discurso de apertura que casi tomó una hora, el Gobierno de Estados Unidos basará gran parte de sus alegatos contra Google en revelar acuerdos por lo que la empresa paga para ser el motor de búsqueda predeterminado en los teléfonos inteligentes y que podría elevarse a unos $10,000 millones de dólares anuales.

Supuestamente, los acuerdos son la técnica que ha usado la compañía para mantener su monopolio “durante más de doce años”, aseguró Dintzer ante el juez federal Amit P. Mehta, que dará su sentencia en este juicio sin jurado, abierto desde que Donald Trump era presidente.

Asimismo, en la primera jornada hubo una intervención al principio del abogado que liderará la defensa de Google, John Schmidtlein, copresidente de Williams & Connolly, oficina especializada en la práctica de litigios antimonopolio civiles y penales.

Schmidtlein defendió la teoría principal de la compañía, que son líderes en ese mercado gracias a que son los mejores y no por una competencia desleal.

El jurista negó que hayan sido responsables de dañar motores de búsqueda de otras empresas como Bing de Microsoft y se empeñó en la idea de que para el usuario es fácil de cambiar el buscador predeterminado.

“La evidencia mostrará que fueron derrotados en el mercado”, aseguró en un proceso desarrollado en el Tribunal de Distrito de Columbia que está previsto que tenga una duración de unas diez semanas.

“Hoy en día, los usuarios tienen más opciones de búsqueda y más formas de acceder a la información en línea que nunca“, expresó, Schmidtlein, quien en integrante de un equipo de abogados que litigaron en el último gran caso sobre monopolio contra una gran tecnología, el de Microsoft en 1998.

Este es el primer proceso judicial por monopolio del Gobierno Federal en la era moderna de Internet, una era en la que las grandes tecnologías se han convertido en líderes de opinión en áreas que abarca desde la información al entretenimiento.

En la jornada del martes estuvieron presentes algunos de los directivos de Google, entre ellos el responsable de asuntos globales, Kent Walker.

En un mensaje en la red social X (antes Twitter) publicado en la mañana, aseguraba que se mostrará a la corte cómo los acuerdos de distribución de búsqueda “reflejan las elecciones de los navegadores y fabricantes de dispositivos” en función de la calidad de los servicios y de las preferencias de los clientes.

En la primera intervención de Dintzer, el jurista acusó a la compañía de tratar de esconder documentos a las autoridades antimonopolio y denunció que el sistema de chat interno de Google elimina los mensajes tras 24 horas, algo que dificulta cualquier pesquisa en relación con la empresa.

“Borraron la historia, señoría, para poder reescribirla aquí en esta sala del tribunal”, afirmó Dintzer, quien resaltó que este caso trata sobre el futuro de Internet.

El juicio supone la mayor amenaza legal que Google ha enfrentado hasta ahora.

El Departamento de Justicia ha estado por durante tres años construyendo este caso, que se empezó cuando Trump aún estaba residenciado en la Casa Blanca y que heredó el presidente Joe Biden cuando llegó al poder en 2021. A la demanda del Gobierno estadounidense se le ha sumado una coalición de 38 fiscales generales estatales.

Para la defensa, Google han contratado a cientos de personas, a tres grandes bufetes de abogados e invertido millones de dólares en honorarios legales y cabilderos.

Sus argumentos serán enfocados en que los acuerdos con Apple y otras empresas no eran exclusivos, ya que los consumidores podían alterar fácilmente la configuración predeterminada de sus dispositivos para elegir otros motores alternativos.

Cifras de la compañía de análisis de datos Similarweb señalan que Google cuenta con el 90% del mercado de motores de búsqueda en Estados Unidos y con el 91% en el ámbito mundial.

Por  Marlyn Montilla

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