El presidente de China, Xi Jinping, se dirigió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instándolo a abordar con “prudencia” la sensible cuestión de Taiwán, que sigue siendo un tema de gran delicadeza en las relaciones entre ambos países.
En una histórica llamada telefónica realizada el viernes, Xi Jinping propuso un “nuevo comienzo” en las relaciones entre China y Estados Unidos, siendo este el primer contacto directo entre ambos líderes en cuatro años. Durante la conversación, Xi expresó su optimismo respecto al potencial de cooperación entre las dos potencias, destacando que ambos países pueden ser “socios y amigos”. Enfatizó la importancia de construir una relación bilateral basada en la mutua prosperidad y el respeto, valores que considera fundamentales para una cooperación eficaz.
A través de un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Exteriores chino, el mandatario subrayó que tanto China como Estados Unidos comparten intereses comunes significativos y un vasto campo de cooperación. Xi resaltó que ambos países tienen el potencial para contribuir al éxito mutuo, lo que no solo beneficiaría a las dos naciones, sino también al mundo entero. En este contexto, también hicieron hincapié en la necesidad de fomentar una relación constructiva, evitando confrontaciones o conflictos innecesarios.
A lo largo de la llamada, el presidente chino expresó que, si bien es inevitable que existan desacuerdos entre las dos grandes potencias debido a sus diferentes contextos nacionales, es crucial que ambas naciones respeten mutuamente los intereses vitales y las preocupaciones esenciales de cada una. En este marco, Xi hizo un llamado claro a Trump para que trate con “prudencia” el asunto de Taiwán, una cuestión de suma importancia para China, que considera a Taiwán como parte de su territorio.
En la misma línea, el presidente chino también destacó la relevancia de las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, que a su juicio, son esencialmente beneficiosas para ambas partes. De este modo, instó a los líderes de ambos países a evitar una escalada de tensiones, promoviendo la cooperación en lugar de recurrir a confrontaciones directas que puedan perjudicar las relaciones bilaterales.
Por su parte, Donald Trump agradeció las felicitaciones de Xi y expresó su disposición a seguir trabajando en una relación positiva con China. Según el comunicado de Pekín, Trump manifestó que valora profundamente las relaciones con Xi y expresó su deseo de continuar el diálogo y, posiblemente, reunirse en persona en un futuro cercano.
“Como los países más importantes del mundo, Estados Unidos y China deberían llevarse bien durante años y más allá y trabajar juntos por la paz mundial”, afirmó el presidente electo de Estados Unidos durante la conversación. Estas palabras subrayan la importancia de un enfoque diplomático que priorice la paz y la estabilidad a nivel global.
Este intercambio ocurre en un contexto de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, en particular en relación con la guerra comercial que se desató en los últimos años, así como en el ámbito de la tecnología y, por supuesto, el sensible tema de Taiwán. A pesar de las diferencias que persisten entre ambas potencias, la conversación refleja un esfuerzo por ambas partes para encontrar puntos de acuerdo y evitar un conflicto mayor.
