Michael N. Hall, Premio Fronteras del Conocimiento, sobre el envejecimiento: “Comer poco retrasa el envejecimiento”
Michael N. Hall, reconocido como uno de los científicos más influyentes en la investigación sobre el envejecimiento y el cáncer, ha lanzado un poderoso mensaje que nos invita a reflexionar sobre la relación entre la alimentación y la longevidad. Hall, galardonado con el Premio Balzan 2024 por sus descubrimientos sobre el crecimiento celular, asegura que mantener una dieta moderada es clave para retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades graves. Sus declaraciones, respaldadas por décadas de investigación, ofrecen una perspectiva científica que combina hábitos simples con avances médicos revolucionarios.
El contexto de su mensaje
Durante una entrevista concedida a Irene Hernández Velasco para El Confidencial, Hall abordó la idea de evitar el envejecimiento a través de medicamentos desarrollados a partir de las proteínas TOR, que él mismo descubrió. Estas proteínas desempeñan un papel crucial en el control de funciones celulares como la multiplicación y la supervivencia de las células. Según Hall, inhibir estas proteínas puede alargar la vida y mejorar la salud metabólica. Sin embargo, su postura fue contundente: “Ni los tomo, ni los tomaría”.
¿Por qué no recurre a estos medicamentos?
Hall explicó que, aunque los avances en la ciencia han permitido desarrollar fármacos prometedores, no están exentos de riesgos. Pero su principal argumento es que no son necesarios. Según el científico, llevar un estilo de vida saludable es suficiente para promover la longevidad. “Yo lo que hago es comer bien, no fumo, me gusta el vino, pero lo consumo con moderación. Eso es suficiente. Comer con moderación es muy importante, porque son los nutrientes los que activan los TOR”, afirmó Hall.
La ciencia detrás de comer poco
El concepto de que “comer poco retrasa el envejecimiento” no es nuevo, pero los hallazgos recientes refuerzan su validez. Hall destacó que la restricción calórica reduce la actividad de las proteínas TOR, desencadenando cambios metabólicos que favorecen una vida más larga y saludable. Este enfoque no solo tiene implicaciones en la longevidad, sino también en la prevención de enfermedades asociadas al envejecimiento, como el cáncer y la diabetes.
Estudios respaldan estas afirmaciones al mostrar que dietas bajas en calorías pueden reducir hasta un 15% el índice de mortalidad, principalmente por causas cardiovasculares. Además, el estilo de vida, la eliminación de factores de riesgo como el tabaquismo y el control de enfermedades infecciosas también juegan un papel crucial en el envejecimiento saludable.
Un consejo respaldado por décadas de investigación
Hall subraya que, aunque la ciencia médica ha logrado avances significativos, los hábitos sencillos pueden tener un impacto extraordinario en nuestra calidad de vida. En un tiempo donde las soluciones rápidas y los productos milagrosos son comunes, escuchar a un experto de esta magnitud reafirma la importancia de volver a lo básico: una dieta equilibrada, moderación en los excesos y cuidado general de la salud.
En palabras del propio Hall, “la clave está en adoptar hábitos sostenibles que trabajen con nuestro cuerpo, no contra él”. Un recordatorio poderoso de que nuestras decisiones cotidianas tienen el potencial de transformar nuestra vida.
