En los días posteriores a las elecciones generales, algunos estudiantes y trabajadores de raza negra y latina han recibido mensajes anónimos con comentarios racistas y ofensivos, lo cual ha causado preocupación en varias comunidades. Con la elección de Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos, el temor de que su victoria impulse un aumento en las acciones de odio y discriminación se ha comenzado a sentir, especialmente en localidades como Nueva York, donde personas negras y latinas han sido objeto de estos mensajes ofensivos. Desde la oficina del presidente electo han asegurado que estos mensajes no están relacionados con la campaña ni tienen respaldo oficial.
Uno de los mensajes de odio que circula, con tono burlón y racista, alude a que las personas de raza negra deben presentarse a “recoger algodón” en una “plantación” específica. Ante este tipo de actos, las autoridades de Nueva York han tomado medidas preventivas para evitar una oleada de violencia, instando a la ciudadanía a denunciar cualquier incidente de odio que experimenten, ya sea en persona, por teléfono o en redes sociales.
La Fiscal General de Nueva York, Letitia James, condenó estos mensajes, recordando a los ciudadanos que existen leyes estatales para proteger a las personas de los ataques motivados por odio. James invitó a cualquiera que reciba mensajes amenazantes a denunciarlos a su oficina, indicando que están comprometidos en combatir cualquier forma de intimidación o amenazas contra los neoyorquinos.
Además, la Gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, lanzó la “campaña contra el odio”, la cual busca proteger a las comunidades y defender a quienes puedan ser blanco de ataques discriminatorios. En su mensaje, Hochul subrayó que el odio no tiene cabida en Nueva York e instó a la población a “Luchar Contra el Odio” en cualquier lugar donde se presente, fomentando una cultura de tolerancia y apoyo mutuo entre las diversas comunidades del estado.
Por su parte, la División de Derechos Humanos del Estado, representada por su comisionada Denise M. Miranda, alentó a los ciudadanos a denunciar sin temor estos incidentes de odio y recordó que existen varios canales para levantar estas denuncias y recibir apoyo. Como parte de la campaña, el estado intensificará la promoción de recursos de denuncia en lugares públicos, incluidos los vagones de tren y estaciones del metro, a fin de visibilizar los derechos de los afectados y concientizar a la comunidad sobre el problema.
En las calles de Nueva York, algunos residentes, como el colombiano John Alexander Rojas y el mexicano Zoilo Girón, han expresado preocupación por esta ola de mensajes racistas y el aumento de tensiones sociales. Aunque Rojas considera que la situación no es tan grave como en 2016, asegura que las tensiones aumentan rápidamente cada vez que Trump vuelve a la escena política. Por otro lado, Girón teme que los ataques verbales y físicos hacia los inmigrantes puedan incrementarse, pese a los esfuerzos de las autoridades.
También en el barrio de Corona, Queens, la joven venezolana Verushka Lizarazo manifestó su molestia y sorpresa al ver referencias racistas hacia inmigrantes en los mensajes de odio. Aunque destacó la importancia de tener acceso a recursos de denuncia, hizo un llamado a no permitir que estas acciones afecten a las personas emocionalmente.
El FBI ha comunicado que está al tanto de estos mensajes de odio y que ha comenzado investigaciones en colaboración con el Departamento de Justicia y otras autoridades federales. En una declaración pública, Derrick Johnson, director de la NAACP, alertó sobre el peligro de la retórica de odio asociada con la elección de Trump, advirtiendo que este tipo de discursos alimentan los prejuicios y fomentan el miedo en las comunidades vulnerables.
Para denunciar ataques de odio en Nueva York, las autoridades recomiendan llamar a la línea de la Fiscalía General del Estado al (800) 771-7755, o enviar un correo a civil.rights@ag.ny.gov. También está disponible la línea estatal de emergencia contra el odio al (844) NO-2-HATE (844 662-4283).
Con estos esfuerzos, Nueva York busca ser un ejemplo de apoyo a la diversidad y respeto hacia todas sus comunidades, promoviendo una convivencia pacífica y segura para todos sus residentes.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
