Justin Sun se come una banana de 6,2 millones de dólares: “Está realmente muy buena” 🍌💵
El empresario chino-estadounidense Justin Sun, fundador de la plataforma de criptomonedas Tron, cumplió su palabra tras adquirir la icónica obra “Comedian” del artista italiano Maurizio Cattelan, un plátano pegado a una pared con cinta adhesiva, subastada recientemente por 6,2 millones de dólares. El viernes pasado, en un evento celebrado en un lujoso hotel de Hong Kong, Sun sorprendió a decenas de periodistas e influencers comiéndose la famosa banana.
“Es mucho mejor que las otras bananas”, declaró entusiasmado tras el primer bocado. El empresario, de poco más de 30 años, calificó el acto como parte de la historia de la obra, subrayando la conexión entre el arte conceptual y la tecnología blockchain.
El arte como cuestionamiento
“Comedian”, presentada por primera vez en 2019, ha sido motivo de debate desde su creación. La obra busca desafiar la percepción del arte y su valor, generando controversia tanto por su simplicidad como por su elevado precio. Los compradores de esta pieza reciben un certificado de autenticidad y directrices para reemplazar el plátano cuando se descompone, reforzando su carácter efímero.
Sun, que comparó la obra con los NFT y la descentralización blockchain, argumentó que ambos conceptos comparten la idea de la propiedad intelectual y el valor más allá de lo tangible. “La mayoría de estos objetos e ideas existen en el ámbito digital y no como algo físico”, señaló.
De la subasta al plato
Justin Sun confesó su incredulidad al ganar la subasta en Nueva York, organizada por Sotheby’s. Sin embargo, rápidamente decidió comerse el plátano como parte de su aporte a la narrativa de la obra.
Tecnología y arte se cruzan
El empresario, además de su gesto artístico, anunció una inversión de 30 millones de dólares en World Liberty Financial, una plataforma de criptomonedas respaldada por Donald Trump, marcando su continuo compromiso con la innovación tecnológica y financiera.
Un evento para recordar
Como recuerdo del singular acontecimiento, cada asistente recibió un plátano y un rollo de cinta adhesiva, dejando claro que el arte puede ser tan irreverente como valioso.
