El primer avión comercial en cruzar el Atlántico con un combustible puramente alto en grasas y bajo en emisiones voló desde Londres a Nueva York en un paso más hacia conseguir lo que sus partidarios llaman “neutralidad de emisiones de la aviación”.
El vuelo del Boeing 787 de Virgin Atlantic no utilizó combustibles fósiles sino el llamado combustible sostenible de aviación, elaborado en su mayoría con sebo y otras grasas residuales.
“El mundo siempre asumirá que no se puede hacer algo, hasta que lo haces”, dijo el fundador de Virgin, Richard Branson, que viajó a bordo del vuelo junto a responsables de empresas, funcionarios gubernamentales, ingenieros y reporteros.
El Departamento de Transporte británico, que aportó un millón de libras (1,27 millones de dólares) para planear y operar el vuelo, calificó la prueba como un “gran paso hacia la neutralidad de emisiones de la aviación” para hacer que el transporte aéreo sea más respetuoso con el medio ambiente, aunque sigue habiendo grandes obstáculos para su a gran escala.
Aunque los gobiernos llevan mucho tiempo hablando de la descarbonización del transporte aéreo, la transición ha avanzado al ritmo de un dirigible.
El combustible de aviación sostenible, que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en alrededor de un 70%, es la mejor forma para que, a corto plazo, la industria internacional de la aviación consiga su objetivo de neutralidad de emisiones en 2050, indicó el Departamento de Energía de Estados Unidos, que calificó esa meta de ambiciosa.
La Oficina de Rendición de Cuentas del gobierno de Estados Unidos dijo que la producción doméstica del combustible pasó de 2 millones de galones (7,5 millones de litros) en 2016 a 15,8 millones de galones (59 millones de litros) en 2022, representaba menos del 0,1% del combustible de aviación empleado por las principales aerolíneas estadounidenses. Es también una gota en el océano comparado con el objetivo de producir 1.000 millones de galones (3.700 millones de litros) anuales establecido en 2018 por la Administración Federal de Aviación.
La Casa Blanca, por su parte, estableció hace dos años el objetivo de producir 3.000 millones de galones (11.300 millones de litros) de combustible sostenible de aviación por año para 2030 y el 100% del combustible de los aviones comerciales nacionales para 2050.
Reino Unido espera que el 10% del combustible empleado en el sector proceda de fuentes sostenibles en 2030.
Aunque este fue el primer vuelo transatlántico comercial que empleó solo combustible sostenible, no es el primer vuelo ni el primer avión que lo emplea.
Gulfstream Aerospace fue el primero en cubrir el trayecto a principios de mes con un avión privado propulsado únicamente con combustible ecológico. Un avión de Air France-KLM voló desde París a Montreal hace dos años empleando una mezcla de combustible a base de petróleo y uno sintético derivado de aceites de cocina usados.
Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.
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