viernes 25 de octubre de 2024 18:36 pm
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Un trágico incidente ha conmocionado a la comunidad de Nueva York tras el asesinato de Julián Mejías, un vendedor de marihuana, quien fue abatido a tiros por tres jóvenes que viajaron desde Baltimore con el propósito de robarle. Este suceso resalta la creciente violencia vinculada al tráfico de drogas en la ciudad, un problema que ha sido objeto de preocupación y debate.

Los fiscales federales anunciaron esta semana que Jerome Waters, apodado “The Engineer”, junto a sus cómplices Calvin Israel y William Barnett, planeó un robo que terminó en homicidio. Los tres jóvenes llegaron a Queens la noche del 24 de julio con la intención de asaltar a Mejías, de 43 años, y a otro traficante. Según los informes, Waters y Barnett se hicieron pasar por compradores interesados en adquirir marihuana, engañando a sus víctimas para que les permitieran acercarse.

Una vez en la vivienda de Mejías, los delincuentes revelaron sus intenciones, armándose con pistolas y utilizando ataduras para controlar a sus víctimas. De acuerdo con la acusación, Israel alquiló una camioneta U-Haul, donde los criminales apilaron alrededor de 30 libras de marihuana. A Mejías y al otro traficante no identificado se les obligó a entrar en la camioneta, y luego fueron llevados a través de Queens mientras los atacantes exigían más drogas y dinero.

La situación se tornó fatal en la mañana del 25 de julio, cuando, durante el viaje, uno de los jóvenes disparó varias veces en la cabeza de Mejías, resultando en su muerte. Después del crimen, los tres huyeron de regreso a Maryland, dejando el cuerpo de Mejías colgando de la camioneta U-Haul, que fue descubierto por la policía alrededor de la 1:05 a.m. en Bayside, con su cadáver atado y rodeado de bolsas de marihuana.

Las autoridades de Maryland detuvieron a Waters e Israel tres meses después del asesinato, mientras que Barnett sigue en libertad. Los tres enfrentan graves cargos en el Tribunal Federal de Brooklyn y, de ser declarados culpables, podrían recibir sentencias de cadena perpetua obligatorias. Los fiscales han señalado que este crimen fue premeditado, lo que indica una creciente amenaza que representan las armas y las drogas en las comunidades.

Este lamentable episodio pone de relieve no solo el peligro del tráfico de drogas, sino también las repercusiones que ha tenido la legalización de la marihuana en Nueva York desde 2021. Desde entonces, han aumentado los incidentes relacionados con el consumo y el tráfico, lo que ha llevado a un incremento de emergencias en hospitales por intoxicaciones, especialmente entre menores, así como problemas de salud pública asociados a la seguridad.

Los pediatras han advertido sobre un aumento en las emergencias por consumo accidental de marihuana por parte de niños, además de un notable incremento en casos de mascotas que han enfermado tras ingerir productos de marihuana encontrados en el hogar o en la calle. Este panorama resalta la necesidad de abordar las implicaciones de la legalización y las estrategias necesarias para proteger a las comunidades y garantizar la seguridad pública.

Este suceso no solo impacta a la familia de Julián Mejías, sino que también sirve como un recordatorio de los peligros inherentes al tráfico de drogas y la violencia que a menudo lo acompaña. Las autoridades continúan trabajando para desmantelar redes de tráfico y mejorar la seguridad en las calles, pero la violencia sigue siendo un desafío significativo que debe ser enfrentado de manera efectiva.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.

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