jueves 28 de noviembre de 2024 23:35 pm
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Robert F. Kennedy Jr. narra sus luchas con la adicción y su ascenso a la política sanitaria bajo la administración de Trump

Robert F. Kennedy Jr. (RFK Jr.), conocido por su postura antivacunas y su defensa de la salud natural, ha compartido detalles íntimos de su batalla con la adicción durante una entrevista en el pódcast Shawn Ryan Show. Realizada en julio, cuando aún competía como candidato independiente en las elecciones de Estados Unidos, esta reveladora conversación ha resurgido tras su reciente designación como embajador de salud por el presidente electo Donald Trump, en lo que marca un sorprendente giro en su trayectoria política.

Una juventud marcada por el trauma y la adicción

RFK Jr., hijo del legendario senador Robert F. Kennedy, asesinados en 1968, confesó que su exposición a las drogas comenzó en su adolescencia, a los 15 años, en un contexto de caos familiar tras la pérdida de su padre. Durante la entrevista, relató que su consumo inició con LSD y metanfetaminas en fiestas juveniles, pero rápidamente escaló a una adicción a la heroína y la cocaína, que dominó su vida durante 14 años.

“Probé la heroína y fue mi droga de elección. Me ayudó en la escuela al principio, pero al final destruyó mi vida”, comentó Kennedy Jr., agregando que su rendimiento académico mejoró notablemente debido a los narcóticos. Reflexionó sobre cómo, en su juventud, probablemente habría sido diagnosticado con un trastorno de déficit de atención, lo que lo llevó a usar estas sustancias como una forma de “automedicación”.

Sin embargo, el precio fue alto: la adicción no solo lo sumió en el aislamiento, sino que destruyó relaciones personales y lo llevó a tocar fondo cuando fue arrestado por posesión de heroína en 1983. Este evento marcó el inicio de su camino hacia la recuperación.

Impacto familiar y redención

Kennedy recordó con dolor el fallecimiento de su hermano David, quien murió de una sobredosis a los 28 años en 1984. Este trágico suceso subrayó para él los peligros mortales de la dependencia química. “La adicción no solo destruye tus relaciones; hace que tu vida se vuelva unidimensional”, señaló.

Tras años de lucha, RFK Jr. logró superar su adicción y construir una carrera en el activismo ambiental y sanitario, aunque no sin controversias.

Nombramiento y controversia

La nominación de Kennedy como secretario del Departamento de Salud en la administración de Trump ha generado un intenso debate. Su historial de posiciones extremas, como su defensa del consumo de leche no pasteurizada y el rechazo al flúor en el agua, ha alarmado a expertos en salud pública. Además, su postura antivacunas ha sido objeto de críticas durante años, especialmente en un contexto global que exige un enfoque basado en la evidencia científica.

A pesar de su mensaje de vida saludable, Kennedy ha sido visto recientemente disfrutando de un menú de McDonald’s junto al presidente electo Trump, lo que algunos consideran una contradicción con su discurso de promoción de alimentos saludables.

Un papel crucial en la administración Trump

Como embajador de salud, RFK Jr. tendrá la tarea de liderar iniciativas centradas en la mejora de la calidad de vida de los estadounidenses. Aunque su pasado genera escepticismo, muchos esperan que su experiencia personal con la adicción pueda aportar una perspectiva única en el desarrollo de políticas relacionadas con la salud mental y la prevención de sustancias.

El Senado ahora deberá decidir si confirma su designación, lo que marcará un capítulo crucial en la carrera de un hombre que ha transitado de las sombras de la adicción a los reflectores de la política nacional.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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