domingo 24 de noviembre de 2024 16:20 pm
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El juez del Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional, Rigoberto Rosario, dictó un año de prisión preventiva para ocho personas acusadas de formar parte de una poderosa red de narcotráfico internacional, sicariato, cobro compulsivo y lavado de activos. Estos individuos fueron arrestados tras la incautación de aproximadamente dos toneladas de cocaína procedentes de Colombia y Venezuela.

Durante la audiencia, el principal implicado, Rafael Ynoa Santana, conocido como “El Cojo, Pocho, El Don,” admitió su culpabilidad y deberá cumplir la medida en la cárcel de La Romana. El magistrado también declaró el caso como complejo, lo que implica un tratamiento judicial más riguroso.

Los demás acusados, identificados como Isidoro Rotestan Clase (“El Men”), Juan Bolívar Hernández, Juan Antonio Toribio, Juan Henríquez Tavárez, Seriano Núñez Pichardo, Robert Nicolás Aosta Adames y Cristian Esteban Alcántara Javier, fueron enviados a la cárcel de Najayo-Hombres.

Además, el tribunal impuso medidas de garantía económica, impedimento de salida y presentación periódica a Germania Mercedes Natalia Román, pareja de Ynoa Santana, y Maritza Flete Santana (“Karilia”).

La procuradora de la Corte de Apelación, Sourelly Jáquez Vialet, junto con los fiscales Andrés Mena y Emmanuel Ramírez Sánchez, argumentaron que la decisión del tribunal se basó en la gravedad de los delitos, en este caso el tráfico internacional de drogas, y en las pruebas contundentes que demuestran el rol de cada imputado en la organización criminal.

Los fiscales subrayaron que este caso tiene todas las características del crimen organizado, al tratarse de una investigación sobre varios delitos cometidos por una red criminal dedicada al lavado de activos y a la asociación de malhechores.

El grupo fue arrestado durante un operativo simultáneo que involucró acciones por aire, mar y tierra en varias provincias, incluyendo Santo Domingo, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, La Romana y Samaná, con el apoyo del Ministerio de Defensa, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), organismos de inteligencia del Estado y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), así como el Comando Sur de EE. UU.

Según la solicitud de medida de coerción, se alegó que esta red había movilizado grandes cargamentos de drogas desde Suramérica hacia Puerto Rico, EE. UU. y Europa, utilizando lanchas rápidas y barcos pesqueros. Una vez las sustancias ingresaban al territorio dominicano y puertorriqueño, se organizaban para ser enviadas a Estados Unidos y Europa, donde a menudo se triplicaba su valor, generando ganancias ilícitas exorbitantes para los miembros de la estructura.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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