Destituyen a Miguel Mejía tras polémicas declaraciones sobre líder opositor venezolano
El presidente de la República, Luis Abinader, decidió destituir a Miguel Mejía de su posición como ministro sin cartera para Políticas de Integración Regional. Este movimiento, oficializado mediante el decreto 8-25, fechado el 9 de enero, pone fin a su gestión, la cual había sido establecida en el decreto 246-16 del 14 de septiembre de 2016.
La medida llega en medio de una controversia desatada por unas declaraciones de Mejía respecto a la reciente visita del líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia a República Dominicana. Durante su “gira” por el país, González Urrutia fue recibido en el Palacio Nacional, lo que Mejía calificó como un acto que, según él, compromete el papel histórico del Gobierno dominicano.
En un video que circuló ampliamente en redes sociales, Mejía expresó duras críticas hacia el presidente Abinader, afirmando que las decisiones tomadas por el mandatario lo condenan a ocupar un lugar en “el zafacón de la historia”. Estas palabras encendieron un debate público y, según analistas políticos, podrían haber influido directamente en su destitución.
Contexto y Reacciones
Miguel Mejía, quien también es secretario general del Movimiento Izquierda Unida (MIU), había sido conocido por sus posturas de respaldo a gobiernos de izquierda en la región, incluyendo su afinidad con líderes de Venezuela. Su destitución, aunque abrupta, no sorprendió a muchos, considerando las tensiones que generaron sus declaraciones.
Por su parte, Edmundo González Urrutia, el líder opositor venezolano en el centro de la polémica, agradeció la hospitalidad del Gobierno dominicano y defendió la importancia de mantener un diálogo abierto entre los países. Sin embargo, su visita parece haber desencadenado divisiones internas dentro del espectro político dominicano.
Implicaciones Políticas
La destitución de Mejía podría interpretarse como un mensaje claro por parte del Ejecutivo: no se tolerarán expresiones públicas que cuestionen la legitimidad de sus decisiones o que puedan crear tensiones diplomáticas.
Además, este incidente podría repercutir en la relación de República Dominicana con el Movimiento Izquierda Unida y otros sectores políticos que comparten afinidad ideológica con Mejía. Algunos miembros de la oposición han señalado que la decisión del Ejecutivo puede ser vista como una limitación a la libertad de expresión dentro del ámbito gubernamental.
En medio de estas tensiones, queda por ver cómo se desarrollarán las relaciones diplomáticas entre República Dominicana y Venezuela, especialmente considerando los delicados equilibrios que enfrenta la región.
Por: Francisco Núñez
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