viernes 22 de noviembre de 2024 06:22 am
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Los fármacos recetados en el país suelen ser cuatro veces más costosos que en cualquier lugar del mundo, por ello miles de adultos mayores se debaten entre comer o comprar sus remedios. En NY anuncian medidas para rebajar los costos de la insulina.

Treinta y tres organizaciones sin fines de lucro, defensoras de adultos mayores, están presionando a los líderes de la Asamblea Estatal de Nueva York para que avance una legislación que permita la importación desde Canadá de medicamentos debidamente certificados y de menor costo. Se trata de una acción que aliviaría el bolsillo de personas con cuadros crónicos de salud, quienes deben desembolsar anualmente miles de dólares, por fármacos que son mucho más baratos en cualquier lugar del mundo.

Ante la cercanía del fin de la sesión legislativa programada para el 6 de junio, los grupos de defensa instaron a someter a votación el Proyecto 7954, patrocinado por la asambleísta Jo Anne Simon.

El Senado ya aprobó una legislación, para crear un programa de importación de medicamentos recetados.

“No está bien que aquí en Nueva York, estemos pagando mucho más que nuestros vecinos en Canadá y otros países por los mismos productos. Los medicamentos no funcionan si no puedes pagarlos. Demasiados de nuestros residentes, no tienen acceso a los medicamentos que necesitan. Especialmente las personas mayores con ingresos fijos”, remarcó Beth Finkel, directora de AARP New York.

Un análisis de 2020 de la Cámara de Representantes, encontró que las personas en EE.UU pagan en promedio, casi cuatro veces más por los medicamentos que en otros países. En algunos casos, 67 veces más por el mismo fármaco.

Además, un análisis del Departamento de Salud y Servicios Humanos halló que, de una amplia gama de remedios, los precios canadienses son el 44% más asequibles que los de Estados Unidos.

La Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) ya ha despejado el camino al aprobar el plan de Florida para importar medicamentos recetados. Otros estados también están proponiendo planes similares.

Un remedio para NY

En una carta al presidente de la Asamblea, Carl Heastie, la coalición le pidió que hiciera realidad la importación de medicamentos en Nueva York, al apoyar la aprobación de esta legislación y pueda promulgarse lo antes posible.

“Los neoyorquinos que pagan facturas de medicamentos recetados muy altas, necesitan que esto suceda ahora, no en algún momento en el futuro”, puntualiza la misiva.

La legislación exigiría que el comisionado del Departamento de Salud solicite la certificación federal de un programa bajo el cual un mayorista aprobado, pueda importar medicamentos que cumplan con las normas de proveedores de la FDA y estén autorizados por las leyes de su país para su venta y distribución, solo en Nueva York.

Ya hay algunos antecedentes. En enero de este año, la FDA autorizó a Florida a facilitar la importación de ciertos medicamentos recetados desde Canadá. Esto significó la primera vez que la agencia federal, ha otorgado autoridad a un estado para importar fármacos recetados desde otro país.

A la par, Colorado, Maine, Nuevo México y Vermont han presentado propuestas al Gobierno federal para comenzar a importar medicamentos.

“Es inconcebible que la ciencia médica haya logrado avances que mantengan a las personas saludables, activas y cómodas a medida que envejecen, pero el costo impide que millones de personas trabajadoras tengan acceso a los medicamentos que hacen posible esa vida larga y saludable”, cuestionó Allison J. Nickerson, directora ejecutiva de la organización LiveOn NY.

Precios que vuelan

Como argumenta la carta dirigida al líder de la Asamblea, durante años el aumento de precios de los medicamentos recetados, ha superado incluso los índices más altos de la inflación general.

Tan solo entre julio del 2021 y julio del 2022, las grandes compañías farmacéuticas aumentaron los precios de lista, a una tasa más alta que la inflación de más de 1,200 medicamentos recetados, lo que representa un aumento promedio del 31.6%.

Algunos medicamentos en el 2022, incluso aumentaron en más de $20,000.

Por su parte, Isabel Ching, directora ejecutiva de Hamilton-Madison House, recordó que gran parte de los ancianos viven de “cheque en cheque” y sufren los efectos de la inflación.

“Lo vemos en la línea cada vez más larga de adultos mayores que buscan víveres en nuestra despensa de alimentos, cuya demanda ha ido aumentado un 9% cada año. De manera similar, el costo vertiginoso de los medicamentos esenciales como la insulina y otros medicamentos recetados es indignante”, acotó.

Recetas que ayudan

En el panorama estatal, precisamente para poner ciertos paliativos al alza del precio de los medicamentos, la gobernadora Kathy Hochul aprobó en el último trimestre de 2023, una legislación que prohíbe la venta de medicamentos a precios “desmesuradamente excesivos”, durante períodos de escasez de ciertos productos farmacéuticos, según lo declarado por la FDA.

Generalmente, un “precio desmedidamente excesivo” puede incluir una gran disparidad entre el precio cobrado por el vendedor durante el tiempo de fallas en el mercado y el precio previo a la baja en el inventario.

Asimismo, desde el 1 de enero de 2024 se promulgó uno de los cambios más significativos que consiguió la Ley Federal de Reducción de la Inflación, creando un límite anual en los costos de bolsillo de las recetas en la Parte D de Medicare, con costos limitados a $3,300, lo cual brinda un alivio sustancial para personas que enfrentan altos gastos en medicamentos.

El límite se reducirá aún más en 2025, a $2,000 en medicamentos recetados.

Algunos alivios con la insulina

Además, la gobernadora Hochul incluyó en el presupuesto del año fiscal 2025, una medida que convierte a Nueva York en el único Estado que elimina los costos compartidos, incluidos los copagos de la insulina.

La iniciativa aliviaría una importante carga financiera para los beneficiarios de seguros regulados por el Estado de Nueva York. Esta medida entrará en vigor el 1 de enero de 2025 y se aplicará a todas las pólizas emitidas, renovadas, modificadas y enmendadas en esa fecha o después.

Los costos médicos para las personas en el país que viven con diabetes aumentaron un 35% en los últimos diez años.

Aproximadamente 1,827,200 adultos neoyorquinos, dependen de la insulina todos los días. La mayoría son personas de color que viven en hogares de bajos ingresos. Justamente este grupo, suele sufrir de manera desproporcionada complicaciones de la diabetes, como insuficiencia renal, ceguera y pérdida de extremidades.

Varios datos confirman que los neoyorquinos que viven en los barrios más pobres, tienen un 70% más de probabilidades de tener diabetes, y más del 16% de los adultos neoyorquinos que padecen esta enfermedad crónica, tienen un ingreso familiar anual de menos de $25,000.

De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes (ADA) los estadounidenses con diabetes tienen gastos médicos aproximadamente 2,6 veces más altos que los que no tienen esta condición crónica. Además, uno de cada seis estadounidenses informa haber racionado su insulina debido al costo, ya sea tomando menos de la que necesita o saltándose dosis.

Hace una década, Nueva York estuvo entre los primeros estados que limitaron los costos para los pacientes por medicamentos de alto precio, limitando los copagos a $100 por un suministro de 30 días. Aunque suene poco, 100 dólares al mes significan $1,200 al año.

Para quien no tiene seguro

Asimismo, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, anunció el año pasado un acuerdo con uno de los mayores fabricantes de insulina del país, Novo Nordisk Inc., para limitar el precio de este producto a 35 dólares por receta mensual, para los neoyorquinos sin seguro, durante cinco años.

Según un comunicado de prensa de la oficina de James, el acuerdo también exige que Novo Nordisk implemente un programa con las farmacias para informar a los pacientes sin seguro, antes de pagar, que son elegibles para el límite de insulina.

Esta medida sigue a acuerdos anteriores, con otros dos grandes fabricantes de insulina, Eli Lilly y Sanofi, para limitar los precios de la insulina a $35 al mes para los neoyorquinos sin seguro.

El dato:

1 de cada 25 personas mayores de Nueva York gastan más de $3,300 al año en medicamentos recetados. Esto incluye a pacientes con cáncer, incluida leucemia, mieloma múltiple, cáncer de huesos, pulmón y cerebro, fibrosis quística, pacientes con trasplante de órganos, hipertensión y otras patologías.

Por Fernando Martínez

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