viernes 22 de noviembre de 2024 04:55 am
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Una hispana de 32 años fue acusada de vender cocaína mientras trabajaba como guardia de seguridad en un refugio para personas sin hogar en Nueva York. Primero fue denunciada por residentes y luego interactuó con agentes encubiertos.

Marlene Sosa fue acusada de vender cocaína mientras trabajaba como guardia de seguridad en un refugio para personas sin hogar del condado Dutchess de Nueva York.

Sosa, residente de Poughkeepsie de 32 años, era empleada de “Hudson River Housing” y estaba asignada al refugio para personas sin hogar “Webster House”, también conocido como “The Pods”. Fue arrestado el jueves allí mismo por el Grupo de Trabajo contra Drogas del condado Dutchess luego de una larga investigación sobre la venta de cocaína en el refugio.

El refugio está ubicado en la misma propiedad donde se encuentra la antigua cárcel del condado, detalló Mid Hudson News. Sosa fue acusada de un delito grave por venta de una sustancia controlada y quedó detenida en la Oficina del Alguacil del condado, indicó un comunicado de la fiscalía.

El sargento detective Adam Harris dijo que sus agentes comenzaron una investigación en febrero después de que los residentes del refugio alertaron que una empleada de seguridad estaba vendiendo drogas peligrosas dentro. “Esto provocó una respuesta inmediata del Grupo de Trabajo contra las Drogas y una investigación debido a la vulnerabilidad de los miembros de la comunidad sin hogar”.

Harris dijo que la investigación incluyó agentes encubiertos que compraron cocaína a Sosa en el refugio o cerca de ellas en múltiples ocasiones.

“Esta investigación y arresto es un buen ejemplo de la relación que nuestros agentes tienen con los miembros de la comunidad, incluida nuestra población local sin hogar, donde las personas se sienten cómodas presentando información sobre actividades ilegales”, destacó Harris.

El alguacil Kirk Imperati confirmó que habían recibido inquietudes de residentes sobre actividad relacionada con las drogas durante varios meses y que el grupo de trabajo antidrogas siguió las pistas y pudo realizar un arresto. Ahora “Los residentes del norte de Hamilton Street y el refugio pueden tranquilizarse”, dijo.

Christa Hines, directora de Hudson River Housing, dijo que están “extremadamente perturbados y enfurecidos por las acusaciones contra nuestra empleada, Marlene Sosa. Este comportamiento es deplorable y una violación directa de las expectativas”. Y aseguró que “Evaluamos y capacitamos minuciosamente a nuestro personal para defender la misión y los valores de la organización y no toleramos esta flagrante violación de nuestro código de conducta”.

Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.

En un caso similar, en diciembre un ex trabajador en un centro residencial estatal para mujeres adolescentes en Long Island (NY) admitió haber violado a una de ellas varias veces después de darle comestibles de marihuana, dijeron los fiscales.

El Diario

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