Santiago 1:5: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Este versículo nos recuerda que la sabiduría divina está disponible para todos aquellos que la buscan con sinceridad. En momentos de incertidumbre o cuando enfrentamos decisiones difíciles, podemos sentirnos perdidos. Sin embargo, Dios nos invita a pedirle sabiduría, prometiéndonos que la dará generosamente.
La sabiduría que proviene de Dios no se limita al conocimiento humano o a la inteligencia terrenal. Es una guía espiritual que nos permite ver las cosas desde su perspectiva, discernir lo que es correcto y actuar conforme a su voluntad. Al pedir sabiduría a Dios, reconocemos nuestra dependencia de Él y nuestra necesidad de su dirección en cada área de nuestras vidas.
Finalmente, este versículo nos da la seguridad de que Dios no nos reprocha por pedirle. Al contrario, Él está dispuesto a darnos lo que necesitamos para vivir de acuerdo con su propósito. Al acudir a Él en oración, con humildad y fe, podemos estar seguros de que recibiremos la sabiduría que nos ayudará a tomar decisiones sabias y justas en nuestra vida cotidiana.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.