“Jehová es mi pastor; nada me faltará.”
Salmos 23:1
Este versículo es una de las declaraciones más profundas de confianza en Dios que encontramos en la Biblia. La imagen de Jehová como el pastor refleja una relación de cuidado, provisión y guía constante. El pastor conoce a sus ovejas, las llama por su nombre y las lleva a pastos verdes y aguas tranquilas. Este salmo, escrito por David, nos recuerda que, cuando dependemos completamente de Dios, nuestras necesidades espirituales, emocionales y físicas están en Sus manos.
La frase “nada me faltará” no implica la ausencia de dificultades, sino que expresa la certeza de que Dios siempre proveerá lo necesario. En momentos de incertidumbre o necesidad, este versículo nos recuerda que Dios nunca abandona a los Suyos. Él tiene cuidado de cada detalle de nuestra vida, guiándonos incluso en los momentos más oscuros y desafiantes.
Además, este salmo nos invita a reflexionar sobre la paz y la seguridad que provienen de confiar en el Señor como nuestro pastor. Él no solo satisface nuestras necesidades, sino que también nos conduce por caminos de justicia, restaurando nuestra alma y dándonos esperanza para enfrentar cualquier adversidad. Bajo Su cuidado, podemos descansar sabiendo que Su amor y fidelidad son eternos.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com