jueves 9 de enero de 2025 16:53 pm
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“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”

Salmos 91:1

Este pasaje invita a una vida de profunda comunión con Dios, ofreciendo consuelo y seguridad a quienes buscan Su presencia de manera continua. Habitar al abrigo del Altísimo no se limita a momentos específicos de oración o adoración, sino que implica una entrega completa y permanente a Su cuidado y protección. Es una invitación a construir una relación basada en confianza y dependencia total del Señor.

La promesa de morar bajo la sombra del Omnipotente es un símbolo de protección divina. En tiempos de incertidumbre o peligro, podemos confiar en que Dios es nuestro refugio seguro, un lugar donde podemos encontrar descanso y fortaleza. La sombra representa Su presencia constante, que nunca nos abandona, incluso en los momentos más oscuros.

Además, este versículo nos desafía a examinar nuestra vida espiritual. ¿Estamos realmente buscando habitar en Su presencia diariamente? La verdadera paz y seguridad se encuentran cuando hacemos de Dios nuestra morada, permitiendo que Su amor y Su poder nos sostengan en cada circunstancia. Al habitar en Él, descubrimos que no hay mejor lugar para estar que bajo la sombra de Su protección.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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