NUEVA YORK – Un tiroteo policial ocurrido en la Ciudad de Nueva York durante el fin de semana está suscitando preguntas y dudas acerca de cómo un hombre, que los investigadores creen que fue el mismo que llamó al 911 por miedo a un posible robo, terminó siendo baleado por los oficiales que respondieron al incidente.
El domingo por la noche, dos oficiales fueron enviados a un edificio de apartamentos en East 148th Street, en el Bronx, después de recibir un informe de que alguien estaba intentando robar una unidad de aire acondicionado, explicó el subdirector de la policía, Rohan Griffith, durante una conferencia de prensa. Los oficiales, al llegar al edificio, subieron al segundo piso, donde no encontraron al individuo que había realizado la llamada de emergencia.
Cuando los oficiales descendían por las escaleras, se encontraron con un hombre de 32 años que portaba un cuchillo de cocina, según las declaraciones de Griffith. A pesar de las órdenes verbales de “¡espera, espera, espera!” y las indicaciones de los oficiales para que soltase el cuchillo, el hombre presuntamente continuó avanzando hacia los agentes. Este comportamiento obligó a uno de los oficiales a abrir fuego, hiriendo al hombre en el torso. La otra agente presente no disparó su arma, indicó la policía.
El hombre fue rápidamente asistido por los servicios médicos de emergencia y trasladado al Hospital Lincoln, donde se esperaba que sobreviviera a sus heridas. Los dos oficiales también fueron evaluados en un hospital por precaución tras el altercado.
El Departamento de Policía de Nueva York publicó una imagen del cuchillo que, según dijeron, fue recuperado en la escena del tiroteo. “Aunque la investigación está en sus primeras fases, creemos que el hombre con el cuchillo fue, de hecho, la misma persona que llamó al 911”, mencionó Griffith, sugiriendo que la situación era más compleja de lo inicialmente reportado.
Además, se han revelado diversas grabaciones del incidente. Varias cámaras de vigilancia captaron los movimientos del hombre en el patio del edificio, donde parecía estar enfrentándose a otra persona antes de que los oficiales llegaran. El intercambio entre los oficiales y el hombre también fue registrado por las cámaras corporales de los agentes en las estrechas escaleras del edificio.
Griffith señaló que la situación se desarrolló de manera extremadamente rápida y duró apenas unos segundos. Los oficiales tuvieron que tomar decisiones inmediatas en un espacio reducido, lo que complicó la situación aún más.
Otro factor que se está investigando es una posible barrera lingüística entre los oficiales y el hombre. Griffith explicó que la persona que llamó al 911 hablaba español, pero no está claro si los oficiales, que podrían no haber hablado el idioma con fluidez, pudieron comunicarse de manera efectiva con él, lo que podría haber influido en el desenlace del enfrentamiento.
Este tiroteo en el Bronx se suma a otro incidente similar ocurrido el viernes por la noche en Brooklyn, donde la policía disparó a un hombre que presuntamente apuntó con un arma a un sargento durante una persecución a pie. El hombre, de 50 años, fue llevado al hospital y estaba siendo tratado por heridas graves.
El Departamento de Policía de Nueva York ha designado a la División de Investigación de Fuerza para llevar a cabo la investigación del tiroteo en el Bronx, y se esperan más detalles conforme avance la investigación.
Este suceso reaviva los debates sobre la formación policial, la comunicación en situaciones de alta tensión y la necesidad de revisar los protocolos de respuesta ante emergencias. La comunidad de Nueva York y expertos en seguridad pública continúan observando de cerca el desarrollo de este caso, mientras se cuestionan las circunstancias y el uso de la fuerza en este tipo de confrontaciones.
