Al Sharaa pide levantar sanciones y reconstruir relaciones internacionales tras la caída de Al Asad
El nuevo líder de Siria, Ahmed Al Sharaa, hizo un llamado público a través de una entrevista con la cadena Al Arabiya, en la que instó a la futura administración de Donald Trump a levantar las sanciones impuestas durante el régimen de Bashar al Asad. Este llamado busca marcar un cambio significativo en la política exterior siria tras la caída del anterior mandatario el pasado 8 de diciembre, luego de años de conflicto interno.
Levantamiento de sanciones como prioridad
Al Sharaa destacó que las sanciones fueron implementadas debido a los crímenes cometidos por el régimen de Al Asad, pero argumentó que, al haber sido derrocado, estas medidas punitivas ya no tienen razón de ser. “Esperamos que la nueva administración estadounidense levante estas sanciones sin necesidad de negociaciones”, declaró, subrayando que las restricciones económicas han afectado gravemente a la población siria.
El líder también señaló que estas medidas no solo impactan la economía, sino que obstaculizan la capacidad del país para reconstruirse tras años de guerra civil. “Siria necesita espacio para respirar y recursos para ofrecer a sus ciudadanos los cambios radicales que esperan”, afirmó.
Relaciones con Rusia: un interés estratégico
En la misma entrevista, Al Sharaa subrayó la importancia de mantener y fortalecer los lazos con Rusia, un aliado crucial durante el régimen de Al Asad. Según el dirigente, las relaciones con Moscú son fundamentales debido a la dependencia militar y técnica de Siria en recursos rusos, como armamento y centrales eléctricas. “No queremos que Rusia abandone Siria, como algunos desearían”, aseguró.
Esta declaración refleja el interés del nuevo gobierno de posicionar a Siria como un socio confiable para Rusia, mientras busca redefinir su papel en la geopolítica regional.
Retos de gobernabilidad y reconstrucción nacional
Al Sharaa también habló sobre los desafíos internos que enfrenta su gobierno, incluyendo la necesidad de redactar una nueva Constitución y preparar al país para elecciones democráticas. Estimó que este proceso podría tomar entre dos y cuatro años, considerando las dificultades logísticas y sociales derivadas de la guerra.
Uno de los mayores retos es la diáspora siria, con más de 15 millones de personas desplazadas fuera del país. “Cualquier elección adecuada requerirá un censo completo y el contacto legal con las comunidades sirias en el extranjero”, explicó, enfatizando la importancia de garantizar procesos transparentes y confiables.
Disolución de facciones armadas
En cuanto a las organizaciones armadas que surgieron durante la guerra, como el Organismo de Liberación de Levante (Hayaat Tahrir al Sham), Al Sharaa afirmó que estas serán disueltas y los detalles se anunciarán en la próxima Conferencia de Diálogo Nacional. Esto busca consolidar la paz y reducir el riesgo de conflictos internos.
Un futuro incierto
El actual gobierno sirio, establecido como una administración provisional hasta el 1 de marzo de 2025, no ha presentado un calendario claro de elecciones ni detalles sobre la reorganización política del país tras el fin de su mandato. Sin embargo, Al Sharaa se comprometió a trabajar por un consenso nacional que refleje las necesidades y aspiraciones del pueblo sirio.
El futuro de Siria depende en gran medida de su capacidad para superar estos retos internos y reconstruir relaciones internacionales clave, tanto con Estados Unidos como con Rusia.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
