jueves 21 de noviembre de 2024 10:01 am
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Dos adolescentes presuntos pandilleros enfrentan cargos de intento de homicidio luego de que una niña de 7 años recibiera un disparo en Harlem, Nueva York, mientras caminaba junto a su padre en plena luz del día. Los sospechosos, Daniel Idowu, de 19 años, y un menor de 17 años cuyo nombre no ha sido revelado, fueron arrestados poco después del incidente ocurrido en las cercanías de la calle West 145 y la avenida Bradhurst, alrededor de las 3 p.m. del lunes, según informaron fuentes de ABC News.

La policía explicó que Fatou Keita, la niña herida, fue alcanzada por una bala perdida en un tiroteo destinado a un pandillero rival. Un video de seguridad muestra a Keita caminando de la mano de su padre antes de que él la levantara en brazos al escuchar los disparos. La pequeña recibió el impacto en el abdomen y fue llevada de urgencia en una patrulla de la policía al Hospital Harlem, donde permanece en condición estable.

Durante el tiroteo, el Starbucks de la zona resultó con una de sus ventanas destrozadas por una de las balas disparadas, pero, sorprendentemente, ninguno de los presuntos objetivos de los pandilleros fue alcanzado. En total, se dispararon nueve rondas. Las autoridades han confirmado la detención de los sospechosos, quienes tienen vínculos con pandillas, y también recuperaron un arma, aunque siguen buscando una segunda pistola posiblemente involucrada.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, se pronunció el lunes tras el incidente, destacando la rápida respuesta de los distritos policiales involucrados y expresó su apoyo a la familia de la niña. “Realmente quiero elogiar la rápida respuesta de los distritos 30 y 32 y vamos a llevar esto a la justicia. Claramente nuestros corazones están con la familia, rezo por una pronta recuperación”, comentó Adams, quien ha intensificado sus esfuerzos en la lucha contra la violencia armada.

Los cargos presentados contra los jóvenes son, por ahora, meras acusaciones, y la ley presume su inocencia hasta que se demuestre su culpabilidad en un tribunal. Sin embargo, la violencia armada en Nueva York continúa siendo una preocupación constante, especialmente cuando personas inocentes como Keita se ven involucradas en medio de enfrentamientos entre pandillas que luchan por el control de territorios en la ciudad.

Este caso es uno más en una serie de incidentes recientes que han captado la atención pública. La semana pasada, un hispano fue arrestado en el Upper West Side tras disparar contra su exjefe en un acto de aparente represalia luego de haber sido despedido de una tienda de computación.

La escalada de la violencia en las calles de Nueva York subraya la importancia de encontrar soluciones para combatir la proliferación de armas y las disputas entre pandillas que dejan a residentes y transeúntes vulnerables a consecuencias trágicas e inesperadas.

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