Fue detenido un sospechoso por el ataque sexual a una niña al atarla junto a un compañero de clases en Kissena Park, Queens. Ayer NYPD había divulgado por primera vez fotografías suyas y anunció una recompensa de $10,000 dólares por información que llevase a su arresto.
NYPD detuvo esta mañana a un hombre sospechoso de abusar de una niña al atarla junto a un compañero de clases en Kissena Park, Queens (NYC).
Aunque su nombre no ha sido revelado, se trata de un inmigrante de Ecuador que entró al país en el año 2021 y ayer fue denunciado por compañeros de un refugio en Queens que reconocieron su foto, dijeron fuentes policiales al New York Post.
Ayer NYPD había divulgado por primera vez fotografías del sospechoso, pues hasta entonces sólo se conoció un retrato hablado. También se anunció una recompensa de $10,000 dólares por información que llevase a su arresto, destacó Daily News.
El crimen sucedió alrededor de las 3:30 pm del jueves. El asaltante prófugo había sido descrito como un hombre hispano de unos 20 años, que mide aproximadamente 5 pies 5 pulgadas, tiene cabello rizado y vestía una camiseta negra, pantalones deportivos negros, zapatillas rojas y una mochila verde durante el asalto. Además de aparatos ortopédicos en los dientes, tiene en el pecho un tatuaje de un jabalí con cuernos y ojos rojos, dijo la policía.
El sospechoso le habló a los niños en inglés con un fuerte acento español, dijo el viernes el jefe de detectives de la policía de Nueva York, Joseph Kenny, al relatar el ataque.
La niña estaba jugando fútbol en el parque con un compañero de clases también de 13 años cerca de la esquina de Colden St. y Kalmia Ave. en Flushing una media tarde del jueves cuando el sospechoso se acercó y les ordenó que lo siguieran al bosque, dijo Kenny.
Cuando los niños dijeron que no, el sospechoso les mostró un “cuchillo grande estilo machete” y los obligó a meterse en un grupo de árboles. Seguidamente ató las muñecas de los dos menores con un cordón de zapatos y agredió sexualmente a la niña mientras el varón indefenso miraba.
El ladrón robó a los dos niños sus teléfonos celulares y “les dijo a ambas víctimas que esperaron en el lugar durante 20 minutos mientras él huía del lugar a pie”, afirmó Kenny. Al poco tiempo las víctimas regresaron a su escuela, donde denunciaron el ataque. Los servicios de emergencias médicas los llevaron a un hospital del área para recibir tratamiento.
Al conocer la noticia algunos visitantes del parque se sorprendieron de que nadie viera el ataque ni interviniera, especialmente porque el sospechoso sacó un cuchillo grande. La policía encontró en la zona el cordón del zapato que se usaba para atar a los niños y una botella de agua desechada de la que bebió el atacante. Ambos artículos han sido procesados como evidencia forense, dijo Kenny.
Según la policía de Nueva York, la mayoría de las violaciones siguen sin denunciar. En un caso similar, a mediados del mes pasado una quinceañera luchó valientemente para no ser violada por un hombre que se le acercó cuando caminaba por un parque en El Bronx (NYC). Días después un hombre fue detenido como sospechoso de violar repetidamente a una niña de 12 años conocida suya durante un período de cinco días dentro de un edificio en ese mismo condado.
