jueves 21 de noviembre de 2024 16:03 pm
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Por primera vez en más de 50 años, Estados Unidos regresa a la Luna con Odysseus, una nave espacial privada, que aterrizó cerca del cráter Malapert A.

Una nave espacial de Estados Unidos, esta vez fabricada por una empresa privada, Intuitive Machines, hizo historia al aterrizar en la Luna, en un logro histórico no visto desde la misión Apolo 17 en 1972.

La nave espacial, llamada Odysseus, completó su viaje de más de un millón de kilómetros hasta la superficie lunar, aterrizando aproximadamente a las 5:23 de la tarde, hora central de Estados Unidos, cerca del cráter Malapert A, a sólo 300 kilómetros del polo sur lunar.

Esta llegada se produjo después de una serie de ajustes en el calendario de aterrizaje, lo que demuestra la flexibilidad y precisión de la misión de la empresa Intuitive Machines.

El aterrizaje exitoso fue anunciado por Timothy Crain, director de la misión, con las palabras: “Houston, Odysseus ha encontrado su nuevo hogar”, luego de un momento tenso de pérdida de comunicación que dejó el control de la misión esperando la confirmación del aterrizaje.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, elogió el logro y lo calificó como un regreso significativo a la Luna por parte de Estados Unidos después de más de 50 años.

Problemas para aterrizar en la superficie lunar

El aterrizaje no estuvo exento de desafíos; en particular, una herramienta de orientación clave de Intuitive Machines falló durante el descenso, lo que obligó a cambiar a un instrumento proporcionado por la NASA.

A pesar de estos obstáculos, la misión, en la que la NASA invirtió $118 millones de dólares para el transporte de instrumentos científicos y tecnológicos vitales, representa un gran paso adelante en la exploración lunar.

El módulo de la serie Nova-C, que mide 4.3 metros de altura y pesa 675 kilogramos, fue lanzado sobre un cohete Falcon 9, lo que demuestra los esfuerzos de colaboración de entidades públicas y privadas de exploración espacial.

Antes de su histórico aterrizaje, Odysseus entró en la órbita lunar, manteniendo una altitud de unos 90 kilómetros e incluso capturando una imagen del cráter Bel’kovich K, mostrando las capacidades científicas de la misión.

El proceso de descenso, que duró aproximadamente una hora, requirió maniobras precisas y el uso de oxígeno líquido y propulsores de metano para garantizar un aterrizaje seguro sobre seis patas.

El lugar de aterrizaje de Odiseo, Malapert A, se destaca por sus temperaturas diurnas extremas que superan los 100 grados Celsius, donde se espera que la nave espacial opere durante unos siete días antes de que la noche lunar la deje inoperativa.

Objetivo: Establecer presencia humana sostenible en la Luna

Esta misión, conocida como IM-1, es una piedra angular de los Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) de la NASA y del programa Artemis más amplio, cuyo objetivo es establecer una presencia humana sostenible en la Luna.

La misión también lleva cargas útiles de entidades privadas, incluida Columbia, que está probando materiales aislantes, y el artista Jeff Koons, que ha contribuido con 125 esculturas en miniatura de las fases lunares.

Entre los instrumentos científicos a bordo se encuentran aquellos diseñados para mejorar la medición del combustible y cámaras para documentar la columna de polvo durante el descenso, con el fin de ejecutar futuras misiones de manera más acertada.

El lugar de aterrizaje de Odysseus se encuentra entre los trece candidatos para la próxima misión tripulada Artemis III, lo que destaca el potencial de descubrimiento del área, incluidos posibles depósitos de agua congelada.

El Diario

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