Las autoridades llegaron a un apartamento en Queens y vieron al hombre perturbado sosteniendo un cuchillo en el cuello de su padre, por lo que un oficial abrió fuego, posteriromente hallaon a un niño muerto debido a heridas causadas por un cuchillo.
Un sujeto de 20 años de Queens fue disparado fatalmente por las autoridades por matar a un niño de ocho a puñaladas y fue hallado sosteniendo un cuchillo en el cuello de su padre, informaron las autoridades el viernes.
El hombre perdió la vida a causa de sus heridas de bala en el hospital tras un enfrentamiento el 4 de julio, reveló un vocero del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). Aun no se ha identificado al sospechoso.
El viernes los residentes dejaron un pequeño monumento con velas y animal de peluche de Stich de la película animada “Lilo y Stich” en el vestíbulo del edificio del portero en 94th Ave. cerca de Sutphin Blvd. en Jamaica.
“(Ese) niño de 8 años estaba lleno de energía”, dijo un trabajador de la construcción. “(Él) siempre hablaba español”.
Según el empleado del edificio, era originario de República Dominicana.
“Los padres están en el hospital pero lo lograrán”, explicó el trabajador. “Son muy agradables.”
Las autoridades fueron llamadas cerca de las 5:15 de la tarde, luego de que una mujer herida de 29 años, madrastra del sospechoso, corriera hasta una estación del metro y pidiera ayuda a un oficial de la MTA.
Cuando los funcionarios, se apersonaron en el edificio y llegaron a un apartamento de un quinto piso, donde hallaron al sospchoso en la cocina apuntando con un cuchillo al cuello de su padre de 43 años.
Mientras el hombre perturbado sostenía la cabeza de su padre sobre el fregadero de la cocina, los agentes dieron multiples órdenes, tanto en inglés como en español, para que soltara el objeto punzo cortante, pero él rechazó hacerlo.
“Tienen que usar sus armas para salvar la vida de este hombre y eso es lo que hicieron“, expresó el jefe de patrulla de la policía de Nueva York, John Chell, en una breve rueda de prensa tras el tiroteo.
Uno de los agentes disparó una bala e hirió al atacante, mencionó la policía. En la escena se halló otro cuchillo de cocina cubierto de sangre.
Las autoridades hallaron a un menor de 8 años herido fatalmente en la residencia. Además, indicaron que dentro de la unidad había una niña de 8 meses, dijo la policía.
Una mujer de pie frente al edificio pudo observar cómo los paramédicos sacaban al sospechoso y las víctimas del suceso.
“Vi cómo sacaron al tipo”, dijo Rosalyn Blair, de 34 años. “Estaba inmovilizado. Lo ataron de brazos y de piernas a la camilla”.
El atacante disparado sangraba por la cabeza cuando lo subieron a una ambulancia, según Blair que habló al Daily News.
“Una mujer oficial sostenía a una niña envuelta en una manta“, siguió Blair. “Se veía bien, no estaba llorando ni nada”.
Un residente de al lado, identificada como, Vanessa River, explicó que el sospechoso del diisparo por lo general era bastante callado.
“Él nunca me dijo nada. Siempre tenía una cara seria”, dijo. “Nunca los escuché discutir, nada. Nunca escuché ningún alboroto en ese apartamento. Los apartamentos están insonorizados.”
Definió al niño fallecido y a sus padre como felices y alegres.
“Eran una familia muy amigable y muy alegre. Siempre sonriendo”, dijo Rivera, de 37 años. “Siempre estaba alegre, un niño normal de 8 años, siempre saltando, tan lindo con sus lentes pequeños… Fue a la fiesta de cumpleaños de mi hijo el año pasado.”
“Estaba tan feliz. Lo vi recién el otro día. Dios mío, amaba a su mamá. Él siempre decía: ‘¡Mamá, mamá, mamá!’ todo el tiempo. Niño juguetón. Es triste. Nunca, nunca lo esperé. Estoy devastado. Esto es tan trágico”.
Un vecino del edificio quedó conmocionado por el sangriento crimen.
“No sé qué tipo de disputa fue esta, pero que un joven mate a un niño de 8 años es algo reprensible“, manifestó “Yo también soy educador. Me hace sentir un poco cauteloso querer quedarme aquí y vivir en este edificio y estar rodeado de gente como esta”.
Los oficiales implicado fueron llevados al Hospital Universitario North Shore para observación.
Por Marlyn Montilla