domingo 24 de noviembre de 2024 08:23 am
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El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha fallecido tras un ataque aéreo israelí en Beirut, marcando un momento crucial en la prolongada confrontación entre Israel y el grupo libanés. La Fuerza de Defensa de Israel (FDI) anunció su muerte tras un bombardeo el viernes sobre un edificio en Dahieh, un suburbio al sur de la capital libanesa, que resultó en la eliminación de uno de los líderes más influyentes de la resistencia chiita.

Un objetivo de larga data

Nasrallah había estado al mando de Hezbolá durante 32 años y había sido un blanco prioritario para Israel. El teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz de la FDI, señaló que la operación fue el resultado de “años de seguimiento y una vigilancia precisa en tiempo real”.

Respuesta de Hezbolá y sus implicaciones geopolíticas

Hezbolá confirmó oficialmente la muerte de Nasrallah y prometió continuar su “guerra santa” contra Israel. En su declaración, el grupo aseguró que su líder “se ha unido a los mártires inmortales” y reiteró su compromiso con la defensa de Palestina, Gaza y el pueblo libanés.

El impacto de la muerte de Nasrallah podría acarrear consecuencias inmediatas en la región, tanto en términos militares como diplomáticos. A pesar de la pérdida de su líder, Hezbolá ha demostrado en el pasado una notable capacidad para adaptarse y reorganizarse, apoyado por Irán. Esto sugiere que el conflicto con Israel no solo continuará, sino que podría intensificarse en los próximos meses.

Apoyo de Irán a Hezbolá tras la muerte de Nasrallah

La muerte de Nasrallah ha suscitado una rápida respuesta de Irán, aliado clave de Hezbolá. Nasser Kanaani, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, declaró en su cuenta de X (anteriormente Twitter) que “el camino de la resistencia de Hassan Nasrallah continuará”, lo que implica que Irán seguirá brindando apoyo logístico, militar y financiero a Hezbolá.

Análisis del futuro de Hezbolá sin Nasrallah

La desaparición de Nasrallah abre una etapa incierta para Hezbolá y la región. Como líder carismático y estratégico, su ausencia podría dar lugar a luchas internas por el liderazgo, aunque es probable que el grupo mantenga una transición ordenada dentro de su jerarquía.

Israel podría aprovechar este momento de debilidad para intensificar sus operaciones contra las infraestructuras de Hezbolá en Líbano y Siria, lo que podría derivar en una escalada militar. Hezbolá podría verse obligado a tomar represalias para demostrar que su capacidad de acción no ha sido afectada por la muerte de su líder.

Implicaciones globales y el papel de la comunidad internacional

La muerte de Hassan Nasrallah no solo tiene repercusiones para Líbano e Israel, sino que también afecta a la geopolítica más amplia de Medio Oriente. La ONU y otras organizaciones internacionales han llamado a la moderación para evitar una escalada mayor. Sin embargo, la historia reciente sugiere que ambas partes podrían estar preparándose para un aumento en las hostilidades.

Con el apoyo incondicional de Irán a Hezbolá, las tensiones entre potencias regionales podrían aumentar, afectando no solo a Líbano, sino también a Siria e Irak, donde facciones chiitas podrían interpretar la muerte de Nasrallah como una llamada a la acción. En este contexto, la comunidad internacional deberá seguir de cerca el desarrollo de los acontecimientos para prevenir una mayor desestabilización de la región.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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