El pasado fin de semana, la pandilla liderada por Monel “Mikano” Félix perpetró una masacre en el barrio de Cité Soleil, Puerto Príncipe, Haití, que resultó en la muerte de al menos 110 personas, en su mayoría mayores de 60 años. Según informes, Félix ordenó estos asesinatos tras consultar a un chamán vudú, quien atribuyó la enfermedad de su hijo a una supuesta maldición impuesta por los ancianos de la comunidad.
Las víctimas fueron brutalmente atacadas con machetes y otras armas blancas. Cité Soleil, conocida por su extrema pobreza y violencia, está bajo el control de bandas criminales, lo que dificulta la obtención de información precisa sobre los hechos.
Este trágico suceso se suma a la creciente ola de violencia en Haití, donde las pandillas han intensificado sus actividades delictivas, exacerbando la crisis humanitaria en el país. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación, y se han realizado llamados para fortalecer las misiones de seguridad y apoyo a la policía haitiana.
La falta de recursos y la oposición en el Consejo de Seguridad de la ONU han limitado la eficacia de las intervenciones internacionales, dejando a la población haitiana en una situación de vulnerabilidad extrema. La comunidad internacional enfrenta el desafío de coordinar esfuerzos para restaurar la seguridad y el estado de derecho en Haití, con el fin de prevenir futuras tragedias y aliviar el sufrimiento de su población.
