El presidente Luis Abinader reaccionó con firmeza ante el tiroteo sufrido por un avión de la línea aérea Spirit Airlines, que viajaba desde Florida hacia Puerto Príncipe, Haití. Durante la aproximación a su destino final, el avión fue atacado por desconocidos mientras sobrevolaba territorio haitiano, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional del Cibao, en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
El mandatario dominicano calificó el incidente como un “acto terrorista” y enfatizó la gravedad de la situación, al señalar que al menos siete disparos impactaron la aeronave, lo que pudo haber provocado una tragedia de no haber sido por la rápida reacción de los pilotos. “Eso es un acto terrorista. Si los países que dan seguimiento y que ayudan a Haití no declaran a esos grupos terroristas, a esas bandas, que disparan a un avión de ciudadanos haitianos, o quizás norteamericanos o de cualquier nacionalidad, personas totalmente inocentes que viajan para visitar a sus familiares, entonces yo no sé qué son”, expresó Abinader con determinación.
El presidente insistió en la necesidad de que la comunidad internacional, especialmente aquellos países que apoyan a Haití, tomen medidas más drásticas y clasifiquen a los grupos responsables como terroristas. “Nosotros la estamos tratando como bandas terroristas, y si vienen aquí, ellos saben lo que les va a pasar”, agregó. Con estas palabras, Abinader dejó claro que el gobierno dominicano no tolerará actos de violencia en su territorio, y que las bandas criminales que operan en la región deben ser enfrentadas con la máxima severidad.
Por otro lado, el presidente también destacó que el avión, que había despegado desde Fort Lauderdale, llevaba a bordo principalmente pasajeros haitianos, junto con algunos extranjeros, pero que afortunadamente no se reportaron heridos entre los ocupantes del vuelo. Las autoridades dominicanas, en colaboración con brigadas médicas, han estado proporcionando asistencia a los pasajeros tras el aterrizaje de emergencia.
Este tiroteo, que se produce en un contexto de creciente violencia en Haití, resalta una vez más la inestabilidad en la nación vecina, donde las bandas armadas continúan sembrando el terror. La República Dominicana, que comparte una extensa frontera con Haití, ha estado incrementando sus medidas de seguridad ante la preocupación de que la violencia de su vecino pueda cruzar hacia su territorio.
El gobierno dominicano, a través de sus declaraciones, busca enviar un mensaje claro a la comunidad internacional y a los grupos criminales que operan en Haití: la violencia no será tolerada y cualquier acción que ponga en riesgo la vida de ciudadanos inocentes será tratada con la máxima gravedad.
