No hubo sorpresas y Claudia Sheinbaum, la candidata del partido de Andrés Manuel López Obrador, será la próxima presidenta de México. ¿Quién es ella y qué retos tendrá por delante en los próximos seis años? Así te contamos la histórica jornada electoral.
No hubo sorpresas y, tal y como pronosticaban las encuestas desde el principio de la campaña, Claudia Sheinbaum será la primera presidenta de México tras ganar las elecciones de este domingo.
La candidata de Morena, el partido que gobierna el país desde 2018, continuará adelante con la llamada ‘Cuarta Transformación’ del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, quien siempre vio en ella a su favorita para sucederla.
Precisamente esa postura le trajo no pocas críticas de quienes creen que Sheinbaum carece de propuestas propias y que realizó una campaña bajo la alargada sombra de López Obrador, quien tras seis años como presidente continúa gozando de altos niveles de popularidad.
Ella, aunque no goza -al menos, de momento- de la popularidad de su predecesor, reconoce que ha trabajado para lograr el equilibrio entre intentar marcar su propio liderazgo pero sin negar su gran conexión con el presidente y no perder la confianza de sus millones de seguidores.
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Aunque si hubo una constante pregunta desde que se supo que ella y su rival opositora Xóchitl Gálvez eran las candidatas con más opciones de ganar estas elecciones fue saber si México, un país con sectores profundamente conservadores y en ocasiones con grandes dosis de machismo, está realmente preparado para ver a una mujer al frente del gobierno.
“No llego sola, llegamos todas, con nuestras heroínas que nos dieron patria”, expresó. “Por primera vez en 200 años de la República me convertiré en la primera mujer presidenta de México”, dijo con tono vencedor en la madrugada de este lunes.
Ahora que se impuso en las urnas, surgen muchas otras preguntas. ¿Cuáles son sus fortalezas para dirigir México durante los próximos seis años? ¿Qué diferencias marcará una mujer en la presidencia? ¿Cuáles serán sus desafíos?
¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Claudia Sheinbaum nació en Ciudad de México hace 61 años en una familia de origen judío, de izquierdas, y repleta de científicos, académicos e intelectuales.
Ella siempre destaca que sus orígenes políticos vienen desde la infancia, ya que sus padres participaron del movimiento estudiantil de 1968. Eso impulsó su activismo que la llevó a ser parte del movimiento estudiantil en defensa de la universidad pública.
El periodista Arturo Cano conoce a la primera presidenta electa de México tras haberle realizado largas entrevistas para escribir su libro “Claudia Sheinbaum: presidenta”.
“Diría que sus fortalezas están en su disciplina, su sensibilidad social y su historia de congruencia. Es un personaje que desde que era activista estudiantil entendió la política como un camino para mejorar la vida de las personas”, le dice a Univision Noticias.
La futura presidenta de México tiene un perfil técnico tras haberse licenciado en Física y lograr una maestría y doctorado en Ingeniería.
En el año 2000 se adentró en la política activa junto a, precisamente, López Obrador. Él era jefe de gobierno de la capital cuando ella se desempeñó como secretaria de Medio Ambiente.
A partir de entonces, se convirtió en una de sus mayores aliadas y lo acompañó en cada uno de sus intentos por llegar a la presidencia hasta lograrlo en 2018. Ese año, ella ya hizo historia al convertirse en la primera mujer elegida como jefa de gobierno de Ciudad de México.
En ese cargo le tocó desde gestionar el enorme impacto de la pandemia de covid-19 hasta lidiar con la enorme crisis generada por el accidente en la línea 12 del metro que causó la muerte de 26 personas en 2021, y por lo que fue señalada por quienes la creyeron responsable de su falta de mantenimiento.
¿En qué se diferenciará Sheinbaum de AMLO?
Mientras ocupó este cargo, recibió críticas de algunas organizaciones feministas que consideraban que no estaba liderando políticas suficientes para garantizar los derechos de las mujeres.
Sin embargo, cuando el diario español El País le preguntó esta semana por su primera medida cuando sea presidenta, Sheinbaum aseguró que sería “enviar una iniciativa para modificar la Constitución para que se reconozca la igualdad sustantiva de las mujeres y la no violencia”.
“Sin duda, la presión política y social será muy grande para que demuestre que está con las mujeres. Habrá una demanda y expectativa muy alta que no podrá atreverse a ignorar sin pagar un elevado costo”, reflexiona Luis Antonio Espino, analista y autor del libro “López Obrador: el poder del discurso populista”.
En esa misma entrevista, Sheinbaum aclaró que su forma de gobernar será diferente al de López Obrador. “Mi liderazgo dependerá de mi personalidad y será como el que ejercía en el gobierno de la Ciudad de México, basado en los resultados, la entrega y la honestidad”, aseguró.
Según Cano, “exigirle que se deslinde de Andrés Manuel es una suerte de provocación o reto. Además, me pregunto ¿por qué habría de diferenciarse de un presidente que tiene los grados de aprobación que tiene López Obrador? Políticamente, sería un error”.
“Al inicio de la campaña mostró algunos matices diferenciadores, pero cuando vio que su base de votantes no apoyaban esas ambigüedades, abandonó esa actitud”, critica Espino en entrevista con Univision Noticias.
“Algunos quisieron ver que Sheinbaum tendría un populismo menos agresivo, ideologizado y dogmático que el de López Obrador, pero creo que es más un deseo que la realidad”, agrega.
Dada su formación científica y medioambiental, sí se espera que la nueva presidenta se aleje de su antecesor respecto a algunos temas como el energético, en el que López Obrador apostó por la producción petrolera en detrimento de las renovables.
También se esperaría un mayor acercamiento de Sheinbaum hacia políticas por los derechos de las mujeres, a quienes el presidente saliente irritó en varias ocasiones como cuando le preguntaron si se considera feminista y él respondió ser “humanista”.
En lo que Sheinbaum sí se diferencia de López Obrador -quizá más de lo que le gustaría- es en que no cuenta con el mismo carisma ni tiene su capacidad de conexión con sus seguidores. Quizá por eso, en esta campaña la hemos visto haciendo tiktoks, tocando la guitarra o mostrándose mucho más sonriente y cercana en sus mítines.
¿Cuáles serán los desafíos de Sheinbaum como presidenta?
Dejando a un lado los prejuicios iniciales que pueda tener parte de la población ante su primera presidenta, Sheinbaum deberá centrar sus esfuerzos desde el próximo 1 de octubre en trabajar en algunos de los principales problemas y desafíos de México.
El que más preocupa a los mexicanos, como desde hace décadas, es la inseguridad. La filosofía de López Obrador de dar “abrazos, no balazos” termina con unos 180,000 homicidios registrados en su sexenio, la cifra más alta en la historia de México.
“En cuanto a política de seguridad, Sheinbaum siempre dijo que haría lo mismo que el gobierno actual y que simplemente daría continuidad. El gran reto será fortalecer las capacidades del Estado preservando las libertades y los derechos humanos”, reflexiona Espino.
Durante la campaña, Sheinbaum propuso también fortalecer la Guardia Nacional y reformar el sistema judicial.
Otra cuestión trascendental será cómo seguir afrontando la migración masiva que para llegar a Estados Unidos pasa antes México, y que en ocasiones ha acabado actuando como otro “muro” para disuadir a quienes emprenden ese viaje hacia el norte.
Según Cano, “ahí queda un hueco dejado por López Obrador, porque no ha habido una política migratoria coherente con los intereses nacionales, sino mas bien acciones reactivas frente a las amenazas y necesidades de EEUU”.
Una posible revisión del Tratado de Libre Comercio con EEUU y Canadá, así como gestionar su relación con (sea quien sea) el nuevo inquilino de la Casa Blanca serán algunas de las otras prioridades a las que deberá prestar atención la primera presidenta de México.
POR:
MARCOS GONZÁLEZ DÍAZ