jueves 28 de noviembre de 2024 23:55 pm
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Tregua en el Líbano: un respiro tras meses de devastación y tensiones en Oriente Medio

El cese al fuego alcanzado entre Israel y Hezbollah podría marcar el fin de más de 14 meses de intensos enfrentamientos que amenazaron con involucrar a Irán y Estados Unidos en un conflicto aún mayor. Este acuerdo, mediado por Estados Unidos y Francia, establece una pausa inicial de dos meses y plantea condiciones para reducir la presencia armada en el sur del Líbano, devolviendo a las tropas israelíes a su lado de la frontera.

A medida que miles de desplazados regresan a sus hogares, las imágenes de automóviles cargados de pertenencias y familias que desafían las advertencias de seguridad reflejan el anhelo de recuperar algo de normalidad. Sin embargo, los destrozos en comunidades enteras, junto con las tensiones latentes, dejan claro que el camino hacia la estabilidad será largo.

Un acuerdo con implicaciones profundas

El pacto requiere que Hezbollah retire sus fuerzas armadas del sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes deben regresar a sus posiciones anteriores a la invasión. Además, se desplegarán tropas libanesas adicionales y cascos azules de la ONU para supervisar la implementación, bajo la vigilancia de un panel internacional liderado por Estados Unidos.

Israel, por su parte, mantiene una postura firme al advertir que responderá en caso de que Hezbollah incumpla los términos. En línea con esta determinación, el gobierno de Netanyahu confirmó el arresto de cuatro operativos del grupo chií en una zona restringida y reiteró que su ejército aún tiene autoridad para actuar si lo considera necesario.

Mientras tanto, en Gaza, la situación continúa siendo crítica. Ataques aéreos israelíes durante la noche cobraron la vida de 11 personas refugiadas en escuelas, lo que intensifica aún más el conflicto en esa región.

Impacto humanitario y división de opiniones

La tregua en el Líbano representa un alivio para más de 1,2 millones de desplazados libaneses y miles de israelíes que huyeron de sus hogares a lo largo de la frontera. Sin embargo, el retorno a los hogares trae consigo una mezcla de esperanza y desolación.

En localidades como Bidias y Tiro, residentes libaneses expresaron su desafío ante la destrucción. “No nos importan los escombros o la destrucción… reconstruiremos todo más hermoso que antes”, afirmó Fatima Hanifa, una de las desplazadas que regresó tras el cese al fuego. Por otro lado, las críticas a Hezbollah por su papel en arrastrar al país a una guerra devastadora son cada vez más audibles en una nación ya golpeada económicamente.

En Israel, la percepción es distinta. Muchos desplazados como Eliyahu Maman, de Kiryat Shmona, se muestran preocupados por la posibilidad de que Hezbollah no haya sido derrotado completamente, lo que podría poner en riesgo la frágil tregua.

Una victoria agridulce para ambas partes

Israel ha proclamado significativos logros militares, incluyendo la eliminación de líderes clave de Hezbollah y la destrucción de su infraestructura armada. Sin embargo, el grupo chií también presume de resistencia, ralentizando el avance israelí y manteniendo su capacidad ofensiva con constantes ataques.

Hezbollah emerge de la guerra debilitado pero no derrotado, lo que plantea dudas sobre la durabilidad de la tregua y las posibilidades de reconstrucción en el Líbano.

Advertencias y desafíos inmediatos

El regreso de los desplazados sigue siendo peligroso. Tropas israelíes aún están presentes en el sur del Líbano, lo que ha llevado a enfrentamientos y heridos, incluyendo a periodistas que cubrían el retorno de civiles a zonas devastadas. Las autoridades libanesas e israelíes han instado a evitar áreas de alto riesgo, pero muchos desplazados desafían las advertencias ante la necesidad de recuperar sus hogares.

Por otro lado, las secuelas del conflicto dejan un saldo devastador: más de 3,760 libaneses, en su mayoría civiles, han muerto debido a los ataques israelíes, mientras que Israel ha perdido a 70 personas, incluyendo soldados y civiles.

Perspectivas futuras

Aunque el acuerdo proporciona un respiro, persisten interrogantes sobre su viabilidad a largo plazo. Las tensiones en Gaza y el sur del Líbano, sumadas a la compleja situación geopolítica de la región, podrían fácilmente desestabilizar el frágil equilibrio logrado.

La tregua, aunque precaria, es un paso hacia la desescalada en una región donde las heridas de los conflictos recientes aún están abiertas.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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