El asteroide 2024 PT5: una “miniluna” temporal de la Tierra en 2024
El asteroide 2024 PT5 se convertirá en una “miniluna” temporal de la Tierra, orbitando nuestro planeta durante aproximadamente 56.6 días. Este fenómeno, que fascina a la comunidad científica, ocurrirá entre el 29 de septiembre y el 25 de noviembre de 2024, cuando la Tierra podrá contar temporalmente con dos lunas.
Descubierto por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), financiado por la NASA, 2024 PT5 fue detectado en agosto de 2024 desde un observatorio en Sutherland, Sudáfrica. Su trayectoria será alterada por la atracción gravitacional de la Tierra, lo que le permitirá entrar en nuestra órbita.
El asteroide proviene del cinturón de asteroides Arjuna, situado cerca del Sol. Durante su paso, orbitara a una distancia de 4.5 millones de kilómetros de la Tierra, moviéndose a una velocidad de 3,540 kilómetros por hora. Aunque será una oportunidad única para la observación astronómica, su tamaño relativamente pequeño y su distancia harán que no sea visible a simple vista.
Carlos de la Fuente, científico de la Universidad Complutense de Madrid, explica que la captura temporal de asteroides cercanos no es rara; la Tierra tiene la capacidad de atraer pequeños cuerpos celestes y convertirlos en “minilunas” por periodos limitados. Una vez que 2024 PT5 complete su órbita, se alejará y continuará su trayecto por el espacio, aunque permanecerá relativamente cerca de la Tierra hasta el 9 de enero de 2025.
Cabe destacar que, según las proyecciones, el asteroide podría regresar a la órbita de la Tierra en 2055, brindando otra oportunidad para convertirse en una “miniluna”.
¿Cómo ver la nueva “Luna”?
Lamentablemente, 2024 PT5 solo será observable con telescopios o binoculares profesionales debido a su pequeño tamaño y lejanía. Con un diámetro mucho menor que el de nuestra Luna, que mide aproximadamente 3,474 kilómetros, este asteroide será un objeto tenue en el cielo.
Este fenómeno astronómico representa un acontecimiento excepcional para los entusiastas de la astronomía y ofrece una oportunidad única para estudiar cómo la Tierra interactúa con cuerpos celestes cercanos.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
