sábado 23 de noviembre de 2024 20:07 pm
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La alimentación no solo afecta la salud física, sino que también juega un papel crucial en la salud mental. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes puede contribuir a una mejor salud emocional y cognitiva. Por otro lado, la mala alimentación puede estar asociada con trastornos mentales y un aumento en los niveles de estrés y ansiedad.

Los nutrientes esenciales como los ácidos grasos omega-3, las vitaminas del complejo B, el magnesio y los antioxidantes tienen un impacto directo en la salud del cerebro. Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescados grasos como el salmón y en nueces, son importantes para la función cerebral y pueden ayudar a reducir los síntomas de depresión y ansiedad. Asimismo, una ingesta adecuada de vitaminas del complejo B, presente en granos enteros y verduras de hoja verde, está relacionada con una mejor salud mental.

Además, una alimentación rica en alimentos procesados, azúcares refinados y grasas saturadas se ha vinculado a un mayor riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo. Estas elecciones alimentarias pueden provocar inflamación y desregulación de la insulina, lo que a su vez puede afectar el estado de ánimo y la energía. Por lo tanto, adoptar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras es fundamental no solo para el bienestar físico, sino también para mantener una buena salud mental.

Por: Francisco Nuñez

franciscoeditordigital@gmail.com

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