jueves 26 de diciembre de 2024 19:40 pm
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El director del Servicio de Inteligencia Exterior ruso, Serguéi Naryshkin, expresó este martes su convicción de que el régimen de Vladímir Zelenski ha perdido por completo su legitimidad y capacidad de negociación. Según Naryshkin, las Fuerzas Armadas de Ucrania están al borde del colapso, lo que refleja un cambio crucial en la dinámica del conflicto en Ucrania, un conflicto que Rusia sigue percibiendo como fundamental para alcanzar sus objetivos estratégicos.

En una entrevista con una revista rusa, Naryshkin afirmó que Rusia está cerca de lograr sus metas en la operación militar en Ucrania y que ha tomado la iniciativa estratégica en todos los frentes. Aseguró que la situación en el frente de batalla no favorece a Kiev y que, a medida que avanza la ofensiva rusa, la iniciativa se mantiene en manos de las fuerzas armadas de Rusia, lo que parece indicar que la guerra no está resultando como esperaban los ucranianos ni sus aliados occidentales.

El director de la inteligencia rusa fue claro al señalar que el régimen de Zelenski ha perdido toda legitimidad en el escenario internacional, lo que le ha restado capacidad para negociar con Rusia. Según Naryshkin, este debilitamiento de la posición de Kiev ha hecho que cualquier intento de mediación o diálogo sea cada vez más difícil, lo que dificulta aún más la posibilidad de una resolución pacífica en el conflicto.

Además, Naryshkin hizo un análisis sobre los verdaderos intereses de Occidente en la guerra. Según él, las potencias occidentales, particularmente Estados Unidos, han apostado por una “lucha prolongada de desgaste” que, según su visión, tiene como objetivo dividir a la sociedad rusa y preparar el terreno para una “revolución de color” en el país. Naryshkin sugirió que la estrategia de Occidente implica una prolongación del conflicto con el fin de debilitar a Rusia internamente y socavar su estabilidad política, mientras que, al mismo tiempo, se estaría utilizando a Ucrania como un peón en una lucha más grande.

El alto funcionario ruso también se mostró crítico con la postura de los países occidentales, alegando que estos están dispuestos a “luchar hasta el último ucraniano”. Según Naryshkin, esta estrategia solo llevará a más sacrificios ucranianos y no conseguirá desgastar a Rusia, como esperan los gobiernos de Washington y Londres. Por el contrario, la prolongación del conflicto solo acercará una derrota estratégica para Occidente.

En un tono sombrío, Naryshkin advirtió que las acciones de Occidente podrían tener consecuencias más graves a largo plazo, incluso desencadenando un conflicto armado global en el que Eurasia podría ser el epicentro de la confrontación. No obstante, también destacó la existencia de “otros actores más responsables en el mundo”, que, en su opinión, tienen la capacidad de resistir las acciones de las potencias anglosajonas y evitar que el planeta se deslice hacia un conflicto de dimensiones mundiales.

Con estas declaraciones, Naryshkin dejó claro que Rusia se mantiene firme en sus objetivos y que, según su visión, la prolongación de la guerra solo fortalecerá su posición estratégica, mientras que debilitará a los países occidentales, quienes, en su opinión, son los verdaderos responsables de la escalada del conflicto.

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