Se reduce el límite de velocidad a 20 millas por hora cerca de las escuelas e intersecciones clave.
La gobernadora Kathy Hochul acompañada por el alcalde Eric Adams, funcionarios de la ciudad de Nueva York y activistas, celebraron este jueves la aprobación de la Ley Sammy como parte del Acuerdo Presupuestario para el año fiscal 2025.
Después de una década de promoción, esta medida permitirá a la ciudad de Nueva York reducir su límite de velocidad a 20 millas por hora en casi todas las carreteras, lo que reducirá el riesgo de muerte o lesiones potencialmente mortales en un accidente. La legislación lleva el nombre de Sammy Cohen Eckstein, un niño de 12 años que murió en 2013 después de ser atropellado por un conductor en Park Slope, Brooklyn.
La firma de la Ley Sammy impulsada por la gobernadora Hochul para mejorar la seguridad vial en todo el estado, amplía los programas de cámaras cerca de las escuelas e intersecciones clave, dedicando fondos a programas para disminuir el tráfico y estableciendo el primer programa de control de velocidad en zonas de trabajo automatizadas del estado de Nueva York.
“Demasiados niños han sido atropellados y asesinados por automóviles que circulan a toda velocidad por las calles de nuestra ciudad, destrozando familias y traumatizando a las comunidades”, manifestó la gobernadora Hochul. “Estamos celebrando la aprobación de la Ley Sammy, que permitirá a la ciudad de Nueva York recuperar sus calles y salvar vidas. Estos accidentes se pueden prevenir. Estamos todos juntos en esto. Se ha demostrado una y otra vez que cuando se reducen los límites de velocidad, los accidentes de peatones que provocan lesiones graves y muertes disminuyen considerablemente. Simplemente lo cambia todo”, agregó la gobernadora.
El año pasado, 101 neoyorquinos murieron atropellados por vehículos en las calles de la ciudad y se registraron además cientos de heridos.
La ciudad de Nueva York, según esta ley, ahora tendrá el poder de reducir el límite de velocidad de 25 millas por hora a 20 millas por hora en calles residenciales. Esas cinco millas por hora marcan la diferencia entre la vida y la muerte.
“Ningún padre debería pasar por la angustia que sufrieron los padres de Sammy, pero la Ley de Sammy ayudará a salvar vidas y prevenir lesiones graves al permitirnos establecer límites de velocidad apropiados en las calles de la ciudad de Nueva York. Ya sea que alguien cruce la calle con un niño, ande en bicicleta o conduzca al volante de un automóvil, los neoyorquinos merecen estar seguros en nuestras calles. Aplaudo a la gobernadora Hochul y a nuestros socios en la Legislatura estatal por su liderazgo al brindarnos las herramientas que necesitamos para aumentar la seguridad en nuestras carreteras”, expresó sobre la nueva medida el alcalde Adams.
El Diario