El Estado del Sol, ha experimentado un notable incremento en el número de nuevos residentes, evidenciando su creciente atractivo entre la población de alto poder adquisitivo desde 2021.
Los estadounidenses más ricos están optando por trasladarse de estados como Nueva York y California, conocidos por sus altos impuestos y costes de vida, a lugares más económicos y con climas más cálidos, como Florida, Tennessee y Carolina del Norte. Este fenómeno, descrito como un “realineamiento de la riqueza”, se ha intensificado tras la pandemia, favoreciendo estados con impuestos personales bajos o inexistentes y hogares más grandes.
Según los datos del Censo y estudios recientes recogidos y publicados por Business Insider, esta migración está dando tanto de ricos como de clases medias. Un estudio de SmartAsset de julio de 2023 reveló que individuos con ingresos de al menos 200,000 dólares anuales están mudándose a Florida, Texas, Carolina del Norte y Tennessee, dejando atrás estados con altas cargas fiscales como Nueva Jersey, Massachusetts y Nueva York.
Las cifras son especialmente notables en Florida, llamada también el “Búnker de los multimillonarios” en Indian Creek, donde Austin, Dallas, Nashville y Charlotte se han convertido en centros principales para estos reubicados adinerados.
La economía de mudarse resulta altamente atractiva. Por ejemplo, una persona con un ingreso de 150,000 dólares en Nueva York podría ahorrar cerca de 50,000 dólares al mudarse a Miami, mientras que alguien con ingresos de 650,000 dólares o más podría ahorrar hasta 200,000 dólares con el mismo cambio.
En el período 2021-2022, Florida lideró el índice de nuevos residentes entre los 50 estados, con 738,969 personas trasladándose allí, seguido de Texas con 668,338 y Carolina del Norte con 341,582 según los datos del Censo de Estados Unidos.
Empresas importantes también se están trasladando a estos estados con políticas fiscales favorables. Por ejemplo, el CEO del fondo de cobertura Citadel, Ken Griffin, trasladó la sede de la empresa de Chicago a Miami en junio de 2022. Además, compañías como Oracle y Tesla han establecido presencia en Austin, Texas, mientras que Goldman Sachs está desarrollando un nuevo centro en Dallas.
Líderes empresariales y millonarios, como Jeff Bezos y Elon Musk, por su parte han hecho inversiones residenciales significativas en Florida y Texas, respectivamente, ajustándose a esta tendencia de realineación geográfica de la riqueza.
Estados más económicos
Miami enfrenta una creciente inaccesibilidad en el mercado inmobiliario, con un aumento del 72% en el precio medio de las viviendas desde enero de 2020, llegando a 590,000 dólares en noviembre pasado. La ciudad, emblemática por atraer a celebridades y magnates como Bezos, Kushner, Trump e Icahn, ve cómo incluso los muy adinerados son desplazados por compradores capaces de invertir cifras astronómicas por propiedades de lujo.
El mercado de bienes raíces en Miami y gran parte del sureste de Florida se ha transformado, adoptando una imagen de lujo que según el experto en vivienda Jonathan Miller, consultado por Business Insider, no es casual ni temporal. La revalorización ha elevado las cifras de venta a niveles antes impensables en la región, donde propiedades que alcanzan o superan los 20 millones de dólares son ahora comunes en listados como Zillow.
La agente inmobiliaria Dina Goldentayer, que ha participado en varias transacciones en la exclusiva isla Indian Creek, señaló a Bloomberg, por su parte, que el cambio en el mercado es una consecuencia directa de la era pos-COVID y que años atrás, una venta de 20 millones de dólares era ya considerada significativa. Hoy, este monto parece trivial frente a los 100 millones que algunos están dispuestos a pagar por una mansión.
Este fenómeno de alto costo es palpable en Indian Creek, una localidad donde una búsqueda rápida en Zillow muestra más de 20 propiedades que superan los 20 millones de dólares, reflejando la intensificación del lujo y la exclusividad que ahora caracterizan a esta zona de Miami. Con esto, la ciudad amplía su perfil como centro de atracción para la élite económica mundial, mientras las consecuencias de este auge en los precios aún están por verse en la dinámica social y urbana de la región.
Por
Rossana Marín