La creciente crisis migratoria instaló esta práctica de comercialización en la Gran Manzana; cuál es uno de los distritos más afectados y la situación de los vendedores ambulantes.
En medio de la creciente crisis migratoria que enfrenta Estados Unidos, una práctica común en países de América Latina comienza a manifestarse en las calles de la ciudad de Nueva York. En particular, en el distrito de Queens, una nueva presencia se hace notar: los vendedores ambulantes, conocidos popularmente como manteros, empezaron a ocupar las veredas.
Las imágenes compartidas por Ramsés Frías a Fox News, un residente de la zona, muestran un flujo casi interminable de vendedores con montones de ropa apilada a lo largo de las calles, mientras que otros venden zapatillas, ollas y sartenes, juguetes y marcos de fotos. Al final del video, se puede ver a tres personas que, sentadas en el baúl de un auto, instalaron un puesto en pleno paso peatonal, con cajas usadas que bloquean la normal circulación de los peatones que quieren cruzar la calle.
“Como la mayoría de los residentes con ideas afines, vemos esto como un mercado del tercer mundo”, le dijo Frías, de 43 años, a Fox News Digital. “Básicamente, solo ves ropa tirada por el suelo. Los artículos son robados de contenedores de donaciones o de tiendas, y simplemente se instalan allí. Les quitan el comercio a estos negocios y no pagan impuestos”, agregó el hombre, candidato a la asamblea estatal en Nueva York.
Frente a esta situación, Frías consideró que es “hora de un cambio radical” en el vecindario. “He vivido aquí toda mi vida, he visto los cambios ir de bien, de muy mal a peor, y ahora mismo está en ese pico de peor, y no quiero que pase de eso”, expresó.
En ese sentido, consideró: “Me encanta el movimiento de inmigrantes en este barrio, pero la gente no puede hacer lo que quiera y la zona se ha deteriorado hasta convertirse en un mercado abierto. Literalmente das un paso en cualquier dirección y estás en un país diferente. Diferentes tipos de comida, diferentes tipos de cultura. Eso me abre a los ideales de todos sobre las cosas, porque al final del día, todo el mundo solo quiere un lugar seguro”.
Más desafíos: el comercio ambulante y la llegada del trabajo sexual
Por otro lado, el surgimiento de los manteros no es el único desafío que enfrenta el barrio. Frías también advierte sobre el creciente incremento del trabajo sexual en la zona. “Lucen descaradamente sus cuerpos en las calles a todas horas del día”, indicó.
En enero, la policía de Nueva York allanó seis establecimientos presuntamente dedicados a la prostitución, a los cuales se les emitieron órdenes de cierre, de acuerdo al citado medio. “Está claro lo que está sucediendo y esto realmente está afectando la calidad de vida de esta comunidad. Cualquiera que diga que este es un crimen sin víctimas, realmente necesita ver las condiciones inhumanas que existen”, dijo el alcalde de la Ciudad de Nueva York, Eric Adams.
Contexto económico y migratorio
El contexto económico y migratorio agrega complejidad a esta realidad. La persistente inflación afecta el poder adquisitivo de los ciudadanos, mientras que la llegada masiva de migrantes en busca de mejores oportunidades en suelo estadounidense agudiza las tensiones sociales. En este escenario, los vendedores ambulantes encuentran una forma de subsistencia en un mercado informal que desafía las regulaciones vigentes.
Según informó The New York Times, la evidencia más visible de la crisis migratoria se refleja en las calles y el transporte público, donde los recién llegados buscan alternativas para ganarse la vida. Ante la dificultad para obtener un permiso laboral formal, muchos migrantes se suman al mundo del comercio ambulante, donde ofrecen productos diversos en un esfuerzo por asegurar su sustento.
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