Trump intensifica sus planes de deportación masiva y genera tensiones en Nueva York
Nueva York – La reciente designación de Tom Homan como el nuevo “zar de la frontera” por parte del presidente electo Donald Trump ha encendido alarmas en la ciudad de Nueva York. Este jueves, Homan se reunirá con el alcalde Eric Adams en un encuentro que ya está rodeado de controversias debido al plan de deportaciones masivas que Trump planea implementar al asumir el cargo.
Desde la mañana del miércoles, inmigrantes y activistas se manifestaron frente a la Alcaldía para expresar su rechazo a la visita de Homan. Entre pancartas y discursos, los manifestantes denunciaron lo que consideran un ataque directo a las comunidades inmigrantes, calificando la reunión como una traición a los valores inclusivos de la ciudad.
Críticas de líderes locales
La senadora Jessica Ramos, una voz prominente en defensa de los derechos de los inmigrantes, condenó el encuentro entre Homan y el alcalde, señalando que este podría abrir las puertas a la colaboración con las políticas de Trump.
“Si el alcalde se vuelve cómplice de las deportaciones masivas, cambiará radicalmente a Nueva York y arruinará una ventaja económica que hace que nuestra ciudad sea especial. Los inmigrantes de Nueva York tienen razón en temer lo que sucederá en la reunión de hoy porque no confían en que nuestro alcalde nos defienda o trabaje para mantener unidas a las familias”, expresó Ramos a través de sus redes sociales.
El alcalde Eric Adams, por su parte, ha insistido en el pasado que no se alineará con las políticas migratorias de Trump, pero el encuentro a puertas cerradas ha generado dudas sobre su compromiso con esta postura.
Cambios drásticos en las políticas migratorias
Fuentes cercanas a la administración entrante de Trump han revelado que uno de los primeros pasos del nuevo gobierno será rescindir una política que, desde 2011, limita a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a realizar detenciones en lugares considerados “sensibles”. Estos incluyen escuelas, hospitales, iglesias y eventos comunitarios como funerales y bodas.
La eliminación de esta restricción daría al ICE mayor libertad para realizar detenciones, aumentando la velocidad y el alcance de las operaciones de deportación en todo el país. Según estas fuentes, Trump planea convertir este cambio en el pilar de una “histórica operación de deportación”, destinada a remover del país a millones de inmigrantes indocumentados.
Esta política, instaurada originalmente durante el mandato de Barack Obama, fue diseñada para permitir a los inmigrantes operar con cierto grado de normalidad en áreas públicas críticas, beneficiando no solo a las familias afectadas, sino también a las comunidades en su conjunto.
Cierre de refugios y temor a deportaciones masivas
En un movimiento vinculado a los planes de deportación, la Alcaldía de Nueva York anunció el cierre del refugio de inmigrantes en Floyd Bennett Field, una propiedad federal que podría convertirse en uno de los primeros centros utilizados por el gobierno entrante para operaciones de deportación masiva.
Los inmigrantes que residían en este refugio expresaron su preocupación, temiendo ser los primeros afectados por estas políticas. Líderes comunitarios advierten que este cierre es solo el inicio de una serie de medidas que podrían poner en riesgo a miles de personas que han buscado refugio en la ciudad.
Un futuro incierto para los inmigrantes
Con la llegada de Trump al poder, la comunidad inmigrante de Nueva York enfrenta una nueva ola de incertidumbre. Activistas y líderes locales prometen intensificar su lucha para proteger a los inmigrantes y evitar que Nueva York se convierta en un epicentro de las deportaciones masivas.
La reunión entre Homan y Adams, aunque privada, será decisiva para entender si la ciudad seguirá siendo un refugio para los inmigrantes o cederá ante las presiones de la nueva administración federal.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
