Muerte en custodia de Andrei Kotov: la comunidad LGBTQ+ enfrenta un clima de hostilidad creciente en Rusia
Un impactante episodio pone nuevamente en evidencia la intensificación de la represión contra la comunidad LGBTQ+ en Rusia. Andrei Kotov, un ciudadano ruso acusado de dirigir una agencia de viajes orientada a clientes homosexuales, fue hallado muerto mientras estaba bajo custodia en Moscú, según informó el grupo de derechos humanos OVD-Info el pasado domingo. La organización, conocida por monitorear arrestos políticos, detalló que Kotov enfrentaba cargos de “organizar actividades extremistas y participar en ellas”.
Circunstancias de su muerte
De acuerdo con OVD-Info, las autoridades notificaron al abogado de Kotov que su cliente había fallecido por un presunto suicidio durante la madrugada del domingo en su celda de prisión preventiva. Sin embargo, este hecho ocurre en un contexto plagado de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos en casos similares. Antes de su fallecimiento, Kotov había manifestado en una audiencia judicial que fue golpeado y sometido a descargas eléctricas por parte de las fuerzas policiales al momento de su arresto, a pesar de no resistirse.
El medio independiente Mediazona, que cubrió extensamente el caso, confirmó que Kotov negó rotundamente las acusaciones en su contra y expuso el trato inhumano recibido bajo custodia, sumando más dudas sobre las verdaderas causas de su muerte.
El entorno legal y político
La persecución contra Kotov se da en el marco de una legislación que desde 2022 endureció significativamente las medidas contra la comunidad LGBTQ+ en Rusia. El Tribunal Supremo dictaminó que el “movimiento internacional LGBT” debía ser catalogado como extremista, lo que en la práctica criminaliza cualquier forma de activismo, visibilidad o apoyo a esta comunidad.
Este fallo, considerado por expertos como una herramienta de represión, no solo limita la libertad de expresión, sino que también expone a los individuos a ser procesados penalmente por su orientación sexual o cualquier asociación con el activismo LGBTQ+. Desde entonces, una ola de miedo e intimidación ha permeado a la sociedad rusa, afectando tanto a los miembros de la comunidad como a quienes los apoyan.
Una década de opresión agravada por la guerra
La hostilidad hacia las personas LGBTQ+ en Rusia no es nueva; desde 2013, con la promulgación de leyes que prohíben la “propaganda gay”, el país ha incrementado progresivamente las restricciones. Sin embargo, la situación se agravó considerablemente tras la invasión de Ucrania en 2022. En este contexto, el presidente Vladímir Putin ha presentado la guerra como una lucha contra el Occidente, acusándolo de intentar destruir los “valores familiares tradicionales” rusos mediante la promoción de derechos LGBTQ+.
El impacto en la comunidad LGBTQ+
La comunidad enfrenta una represión sistemática que va más allá de las políticas públicas, extendiéndose a una persecución activa que amenaza la seguridad, la libertad e incluso la vida de sus miembros. La muerte de Andrei Kotov, en condiciones sospechosas mientras estaba bajo custodia, pone de relieve no solo la desprotección de las personas LGBTQ+ en Rusia, sino también el uso del sistema judicial y penitenciario como herramientas para silenciarlas.
El caso de Kotov no es un incidente aislado, sino un reflejo de la peligrosa dirección que ha tomado el gobierno ruso respecto a los derechos humanos. Su trágico desenlace subraya la necesidad urgente de que la comunidad internacional preste atención y tome acciones concretas frente a esta creciente crisis.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com