La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) de Nueva York enfrenta un panorama financiero alarmante, según un reciente informe del contralor estatal, Thomas DiNapoli, que ha revelado serios problemas en el presupuesto de la agencia. Estos problemas se deben principalmente al aumento de costos en horas extra y a una recuperación lenta del número de pasajeros en el metro, que aún no alcanza los niveles previos a la pandemia. Esta situación ha llevado a una presión renovada sobre el plan de tarificación por congestión, un proyecto controvertido que podría implementarse antes de lo anticipado, mientras la gobernadora Kathy Hochul estudia la posibilidad de reactivar la iniciativa, actualmente en pausa.
Según el informe, la MTA podría enfrentar un déficit presupuestario de 176 millones de dólares en el corto plazo, cifra que podría elevarse a 1,500 millones en los próximos años si no se implementa el plan de fijación de precios. La MTA había calculado recibir alrededor de 15,000 millones de dólares a través de este sistema de peajes, pero estos fondos no se han contabilizado aún, creando incertidumbre en su presupuesto operativo.
DiNapoli advirtió que esta situación representa un “nuevo riesgo” y una “incertidumbre significativa” para la estabilidad financiera de la agencia, y destacó que, sin ingresos adicionales, la MTA podría verse obligada a tomar medidas drásticas, como aumentar las tarifas o reducir el servicio, afectando directamente a los usuarios. “Podríamos enfrentar una espiral descendente”, señaló DiNapoli, enfatizando la necesidad de generar ingresos. “Independientemente de si uno apoya o no la tarificación por congestión, es evidente que necesitamos estos fondos”, puntualizó.
Además, el contralor añadió que la política podría jugar un papel crucial en la aprobación del plan de tarificación por congestión, especialmente con las próximas elecciones presidenciales. DiNapoli sugirió que el resultado de las elecciones podría influir en la decisión final de la agencia federal que debe dar la aprobación definitiva al plan, lo que añade una capa de complejidad y dependencia política a la situación.
Por su parte, el presidente de la MTA, Janno Lieber, respondió al informe asegurando que estos problemas financieros no eran nuevos para la agencia y que estaban trabajando en soluciones. “Nada en el informe me alarma; somos muy conscientes de los desafíos que enfrentamos”, aseguró Lieber.
La MTA había explorado diversas opciones de precios cuando el plan de tarificación por congestión fue propuesto inicialmente, considerando un rango de peajes entre $9 y $23 para ingresar a Manhattan por debajo de la calle 61 durante horas pico. Eventualmente, se acordó una tarifa promedio como punto de compromiso, pero la gobernadora Hochul decidió frenar el proceso al considerar el peaje de $15 excesivo. No obstante, en una declaración reciente, Hochul sugirió que el plan podría retomarse con un peaje más bajo, mencionando la posibilidad de un precio de $9, dentro del rango ya aprobado por las autoridades federales.
Hochul también aseguró que se acercan al fin de la pausa en el proyecto y que esperan tener un plan definitivo hacia finales de 2024, el cual incluirá un presupuesto de capital para cubrir las necesidades financieras a largo plazo de la MTA. “Nos comprometimos a presentar un plan para fin de año, y estamos en camino de cumplirlo”, afirmó la gobernadora.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com