El Papa Francisco denuncia una catástrofe educativa y llama a defender el derecho a la educación de los más vulnerables
Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco expresó este jueves su profunda preocupación ante lo que denominó como una “catástrofe educativa” global, destacando que hasta 250 millones de niños carecen de acceso a la educación debido a guerras, migraciones y pobreza. Este mensaje, difundido a través de la Red de Oración del Papa, subraya la necesidad urgente de proteger y promover el derecho a la instrucción, especialmente para los migrantes, refugiados y víctimas de conflictos armados.
En su discurso, el pontífice enfatizó que la educación no solo es un derecho fundamental, sino también una herramienta clave para transformar vidas y construir un futuro más justo y solidario. “Hoy se vive una ‘catástrofe educativa’. Y no es exageración. A causa de las guerras, las migraciones y la pobreza, unos 250 millones de niños y niñas carecen de instrucción”, señaló, alertando sobre las graves consecuencias de esta crisis para las generaciones futuras.
La educación como esperanza para los desplazados
Francisco resaltó el papel crucial de la educación como una vía para la integración y la superación de la discriminación y la explotación. “La educación es una esperanza para todos. Puede salvar a los migrantes, a los refugiados, de la discriminación, de las redes de delincuencia y de la explotación”, afirmó.
El Papa subrayó que, al garantizar el acceso a la instrucción, los migrantes y refugiados no solo pueden integrarse en las comunidades de acogida, sino también contribuir activamente al desarrollo de esas sociedades. Además, recordó que, para aquellos que decidan regresar a sus países de origen, la educación será una herramienta vital para reconstruir sus vidas y sus comunidades.
Menores explotados: una herida abierta para la humanidad
En su mensaje, Francisco no pasó por alto la difícil situación de los menores que son víctimas de explotación laboral y otros abusos, instando a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos para proteger a los niños más vulnerables. “En el mundo hay tantos menores explotados. Esto no puede ser ignorado ni tolerado”, lamentó el pontífice, haciendo un llamado a la acción inmediata para erradicar estas prácticas inhumanas.
Una oración por el derecho a la educación
El Papa concluyó su intervención invitando a todos los fieles a unirse en oración para que el derecho a la educación sea respetado y defendido en todas partes, especialmente para aquellos que enfrentan los mayores desafíos. “Oremos para que migrantes, refugiados y afectados por las guerras vean siempre respetado su derecho a la educación, educación necesaria para construir un mundo más humano”, expresó con fervor.
Este mensaje se alinea con los constantes esfuerzos del Papa Francisco por sensibilizar al mundo sobre la importancia de la solidaridad, la justicia social y el respeto por los derechos fundamentales de todos los seres humanos, especialmente los más desfavorecidos.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.
