La importancia de las Sagradas Escrituras: Reflexión del Papa Francisco en el domingo de la Palabra de Dios
El domingo de la Palabra de Dios, instituido en 2019 por el Papa Francisco, busca resaltar el valor fundamental de las Sagradas Escrituras en la vida de los creyentes y la misión de la Iglesia. Este día especial fue celebrado con una solemne misa en la Basílica de San Pedro, durante la cual el Papa reflexionó profundamente sobre el poder transformador del Evangelio y su relevancia en el mundo actual.
Un mensaje de esperanza y redención
En su homilía, el Papa Francisco declaró que “el mal tiene los días contados, porque el futuro es de Dios”. Destacó cómo la fuerza del Espíritu Santo permite a Jesús redimirnos de nuestras culpas, liberando el corazón humano de cadenas interiores y llevando al mundo el perdón del Padre. Este mensaje de misericordia subraya la importancia de ser testigos apasionados de la paz, la solidaridad y la reconciliación.
Francisco continuó afirmando que el Evangelio actúa como una palabra de luz que nos guía hacia la verdad, el testimonio de fe y la coherencia de vida. “El Mesías nos abre los ojos del corazón, a menudo cegados por la fascinación del poder y la vanidad. Estas enfermedades del alma nos impiden reconocer la presencia de Dios y hacen invisibles a los débiles y a los que sufren”, añadió.
Un gesto simbólico: La entrega de las Escrituras
Durante la ceremonia, se entregó una copia del Evangelio de Lucas a los asistentes como recordatorio de la centralidad de las Escrituras. Además, cuarenta fieles laicos de diversas nacionalidades recibieron el ministerio del Lectorado, comprometiéndose a proclamar la Palabra de Dios en sus comunidades. Entre los seleccionados se encontraban representantes de Albania, Argentina, Austria, Brasil, Filipinas, Islandia, Italia, México, Polonia y Eslovenia, quienes también recibieron un ejemplar de la Biblia como símbolo de su nueva responsabilidad.
Una llamada a la acción
El Papa Francisco invitó a todos los creyentes a comprometerse con la misión de llevar el mensaje del Evangelio a los necesitados: “Comprometámonos todos a llevar la buena noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos, a dar la vista a los ciegos y a proclamar un año de gracia del Señor”.
Concluyó enfatizando que el Evangelio no solo es un mensaje de esperanza, sino una guía para la acción en un mundo que enfrenta profundas divisiones y sufrimientos. Este día nos recuerda que las Escrituras no son solo un texto sagrado, sino una herramienta viva para transformar corazones y sociedades.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.