viernes 22 de noviembre de 2024 23:40 pm
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El túnel submarino más largo del mundo conectará a Alemania y Dinamarca en 2029, marcando un hito en la infraestructura europea. Este ambicioso proyecto, conocido como el túnel de Fehmarn, está en construcción bajo el Mar Báltico y promete revolucionar el transporte en el norte de Europa.

Con 18 kilómetros de longitud, el túnel unirá la isla alemana de Fehmarn con la isla danesa de Lolland, reduciendo drásticamente el tiempo de viaje. Actualmente, el trayecto en ferry entre ambas islas toma unos 45 minutos, pero con el túnel, este tiempo se reducirá a solo 7 minutos en tren y 10 minutos en coche. Este avance beneficiará tanto a los viajeros como al transporte de mercancías, facilitando la conectividad en la región.

El túnel de Fehmarn es parte del corredor Scan-Med, una ruta clave del Trans-European Transport Network, que abarca desde Malta hasta Finlandia. Esta obra de infraestructura tendrá un impacto significativo en la economía europea, ya que acelerará el comercio entre Alemania, Dinamarca y Suecia, eliminando la necesidad de desvíos largos.

La estructura del túnel será mixta, con carriles tanto para vehículos como para trenes. Consistirá en 89 módulos de hormigón, que se ensamblarán en el lecho marino con precisión milimétrica. Este innovador enfoque constructivo incluye la participación de la empresa española DCM-Wire, encargada de proporcionar robots de soldadura para ensamblar las enormes piezas de acero y hormigón.

A pesar de los beneficios económicos y de transporte que traerá el túnel, el proyecto ha enfrentado oposición. Grupos ecologistas han expresado su preocupación por el impacto ambiental en las áreas protegidas del Mar Báltico, mientras que los operadores de ferrys temen perder ingresos debido a la reducción en la demanda de sus servicios. Además, algunos residentes de la isla de Fehmarn se preocupan por los posibles cambios en su estilo de vida rural.

El túnel de Fehmarn será una obra maestra de la ingeniería y un elemento clave para el futuro del transporte europeo. Aunque enfrenta desafíos ambientales y legales, su construcción promete mejorar la conectividad y la economía en la región, beneficiando a millones de personas.

Por: Francisco Nuñez
franciscoeditordigital@gmail.com

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