jueves 6 de febrero de 2025 18:27 pm
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Mantener una alimentación equilibrada es clave para la prevención de enfermedades y el bienestar general. En este sentido, elegir alimentos naturales como la miel puede representar una alternativa saludable cuando se consume de manera adecuada.

A lo largo de la historia, la miel ha sido valorada no solo por su dulzura y textura característica, sino también por sus propiedades beneficiosas. Su presencia en diversas tradiciones culinarias, especialmente en el desayuno, la ha convertido en un ingrediente esencial. Sin embargo, no toda la miel es igual en términos de valor nutricional. La experta en nutrición Sandra Moñino enfatiza que la miel cruda o virgen es la opción más recomendable, aunque debe ingerirse con mesura.

Durante su pódcast “Con Jengibre y Limón”, que conduce junto a María Pérez Espín, Moñino abordó las cualidades de la miel y resaltó la importancia de educar el paladar para reducir el consumo de endulzantes. Aunque la miel representa una alternativa natural frente al azúcar refinado y los edulcorantes artificiales, su elevado contenido de azúcares naturales hace que un consumo excesivo no sea compatible con un estilo de vida saludable.

Miel cruda vs. miel procesada: ¿cuál es mejor?

Una diferencia fundamental entre la miel cruda y la procesada radica en su elaboración. La miel cruda, también llamada miel de pueblo, se obtiene sin tratamientos químicos ni procesos de refinamiento, lo que permite conservar intactas sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes. De acuerdo con Moñino, esta es la versión más pura y beneficiosa para el organismo.

Por otro lado, la miel procesada que suele encontrarse en los supermercados ha pasado por procesos como la pasteurización, lo que reduce parte de sus beneficios naturales. Además, este tipo de miel tiende a mantenerse líquida durante todo el año, lo que sugiere que ha sido sometida a modificaciones para prolongar su vida útil, aunque con una menor calidad nutricional.

Un endulzante natural que debe consumirse con responsabilidad

Si bien la miel puede ser una opción más natural que otros edulcorantes, Moñino recalca que debe ser utilizada con moderación. Su alto contenido en glucosa y fructosa puede ser útil en momentos puntuales para proporcionar energía, pero al representar aproximadamente un 80% de azúcares, su ingesta descontrolada podría contribuir al aumento de peso y a alteraciones en los niveles de glucosa en sangre.

La especialista recomienda reducir progresivamente la dependencia de la miel como endulzante y explorar opciones más saludables, como la fruta, la canela o el coco, que permiten disfrutar de sabores dulces sin recurrir a azúcares añadidos.

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