NEWTON, Massachusetts — El dominicano David Ortiz, miembro del Salón de la Fama, está comprometido con su labor post-carrera como si estuviera haciendo swing al bate durante sus días como jugador.
La semana pasada fue homenajeado frente al Senado del estado de Nueva York junto con el equipo al que ayuda a operar: La Fundación de Niños David Ortiz.
La ex estrella de los Medias Rojas, tres veces campeón de la Serie Mundial, quien durante su carrera frustró a los fanáticos de los Yankees, fue reconocido por su prolífica carrera y su filantrópica labor.
Con los Medias Rojas celebrando el 20mo aniversario del equipo que puso fin a una sequía de 86 años sin títulos, el hombre conocido como “Big Papi” se encontraba al frente y en el centro del territorio de los Yankees, el equipo ante el cual Boston superó un déficit de 0-3 en la serie de campeonato de la Liga Americana antes de ganar la Serie Mundial de 2004.
¿Alguna vez se imaginó ser reconocido en Nueva York durante sus años como jugador?
“En aquel entonces, no”, dijo Big Papi antes de soltar una risa cordial.
“Con mucho agradecimiento y humildad recibí este reconocimiento en nombre de ellos”, dijo el lunes en una entrevista con The Associated Press en su torneo anual de golf. “Fue un honor. Sin embargo, lo último en que pensarías es que eso ocurriera”.
La organización sin fines de lucro de Ortiz provee servicios de atención y cuidado cardiaco para niños en República Dominicana y en Nueva Inglaterra, quienes no pueden asumir los costos. Desde sus inicios ha ayudado a más de 16.000 infantes y han brindado más de 1500 cirugías cardiacas.
“Ellos no solo reconocieron el buen jugador que fui, lo hicieron con las cosas buenas que traté de alcanzar como ser humano, no como jugador de béisbol”, dijo Ortiz.
Así como jugar en las Grandes Ligas, él sabe que ser parte de una fundación requiere del compromiso no sólo de bajo quienes está nombrado, sino de un fuerte equipo de trabajo.
“Las fundaciones para las celebridades acaban desapareciendo antes de lo pensado porque como diría las cosas pueden salirse de su sitio”, dijo Ortiz. “Yo no puedo dirigir una fundación. Necesitas un equipo, un equipo profesional. Nunca escuchas: ‘Yo, yo, yo’. No, no, no. Soy una pieza de lo que estamos realizando aquí. Sin ellos esto funcionaría dos años y desaparecería”.
Ortiz es un gran fanático de los Celtics de Boston y está muy emocionado por su actual contienda en los playoffs. Reconoce que pronto podría revivir una divertida rivalidad en las finales de la NBA con el puertorriqueño ex Yankee, Alex Rodríguez, uno de los propietarios de los Timberwolves de Minnesota.
“A-Rod sabe lo que viene”, dijo Ortiz entre carcajadas. “Les vamos a dar una paliza. Me sentí muy contento por él. Eso es lo correcto ahora mismo. Él está muy metido. Ingresó como propietario, y les digo, cuando estamos juntos, él está muy entregado a eso”.
Ambos ex peloteros trabajan juntos en el programa de TV pre y postpartido de béisbol nacional junto con el ex compañero de equipo de Rodríguez y Salón de la Fama, Derek Jeter.
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