Danny Green, el talentoso escolta que dejó una huella imborrable en el baloncesto universitario y profesional, anunció su retiro como jugador el jueves, marcando el final de una destacada carrera que abarcó 15 temporadas. Green, quien alcanzó la gloria al ganar un campeonato de la NCAA con Carolina del Norte, posteriormente se convirtió en un jugador clave en la NBA, ayudando a tres franquicias distintas a levantar el trofeo del campeonato.
A lo largo de su carrera, Green se destacó por su capacidad para anotar desde la línea de tres puntos y por su papel defensivo. Ganó títulos de la NBA con los San Antonio Spurs en 2014, con los Toronto Raptors en 2019 y con los Los Ángeles Lakers en 2020, siendo un jugador titular fundamental en cada uno de esos equipos. Durante su trayectoria, promedió 8.7 puntos por partido y se convirtió en un referente en el baloncesto profesional.
En un emotivo anuncio realizado a través de su canal de YouTube, Green expresó: “Oficialmente me voy del juego del baloncesto y de la NBA. Ha sido una gran carrera. Estoy muy orgulloso de poder alejarme del juego. Una vez que cumplí 37 años, el cuerpo comenzó a reaccionar de manera un poco diferente”. Esta reflexión resalta no solo su amor por el juego, sino también la realidad que enfrentan muchos atletas al considerar su futuro en el deporte.
El legado de Green en la NBA es impresionante. Se retira con 1.577 triples, ocupando la 43ª posición en la historia de la liga en ese aspecto. Además, es uno de los pocos jugadores que ha logrado anotar esa cantidad de triples mientras mantiene un porcentaje de aciertos de al menos el 40% desde la línea de tres. En el ámbito de la postemporada, su rendimiento también ha sido notable, ocupando el noveno lugar con 315 triples anotados.
Más allá del baloncesto, Green ha manifestado su interés en explorar nuevas oportunidades, especialmente en el ámbito de los medios de comunicación. “Estoy emocionado por el próximo capítulo, el próximo viaje”, dijo, dejando claro que, aunque su tiempo en la cancha ha llegado a su fin, está ansioso por lo que el futuro le depara.
La carrera de Danny Green no solo es un testimonio de su talento y dedicación, sino también de la capacidad de adaptarse y crecer en el competitivo mundo del baloncesto profesional. Su legado perdurará, y seguramente será recordado como uno de los grandes tiradores de tres en la historia de la NBA.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.
