El Congreso de Estados Unidos tiene una idea para dominar a China en la nueva carrera espacial. Un comité de la Cámara de Representantes publicó un informe con 150 recomendaciones estratégicas para contrarrestar a China en su pugna por el liderazgo global. Una de ellas es financiar a la NASA para conquistar todos los puntos de Lagrange.
150 recomendaciones para contrarrestar a China. El informe, liderado por representantes republicanos y demócratas, parte de un estudio de un año de duración sobre la competencia económica entre Estados Unidos y China desde que China ingresó en la Organización Mundial del Comercio el 11 de diciembre de 2001.
“El Partido Comunista Chino ha llevado a cabo una campaña de agresión económica de varias décadas contra Estados Unidos y sus aliados, haciendo que la República Popular China sea menos dependiente de Estados Unidos en sectores críticos, al tiempo que Estados Unidos depende más de China”, dice el informe, que establece 150 recomendaciones para “trazar un nuevo camino que ponga la seguridad nacional, la seguridad económica y los valores de Estados Unidos al frente y al centro de su relación con China”.
Conquistar los puntos de Lagrange. Entre muchas otras políticas económicas y tecnológicas, el informe sugiere “financiar los programas críticos de la NASA y el Departamento de Defensa para contrarrestar las malignas ambiciones del Partido Comunista Chino en el espacio”.
Y en este punto añade algo interesante: “…garantizando incluso que Estados Unidos sea el primer país en estacionar activos permanentemente en los puntos de Lagrange”.
Qué son los puntos de Lagrange. Son posiciones del espacio donde la atracción gravitacional de dos o más cuerpos se equilibra, de manera que un objeto más pequeño (como un satélite o una estación espacial) pueda permanecer estacionado en ellos. En un sistema de dos cuerpos, como Sol-Tierra o Tierra-Luna, hay cinco puntos de Lagrange (L1, L2, L3, L4 y L5).
Según Ars Technica, el Congreso de Estados Unidos se refiere a los cinco puntos del sistema Tierra-Luna. Estos puntos son de especial valor estratégico en la nueva carrera a la Luna, a la que Estados Unidos planea volver para instalar una base permanente y en la que China está haciendo progresos extraordinarios.
Vigilando la Luna desde el espacio. Los puntos L1 y L2 son particularmente útiles por su proximidad a la Luna, sobre todo L2 porque permite vigilar la cara oculta del satélite, donde China ya puso un satélite para dar servicio a la misión Chang’e 4 (y donde planea volver en 2024 con la misión Chang’e 6).
Aunque no es un punto completamente estable, China pudo estacionar el satélite de retransmisión Queqiao en L2 dibujando una trayectoria tridimensional llamada órbita de halo alrededor del punto (como hace el telescopio espacial James Webb en el punto L2 del sistema Sol-Tierra).
La maniobra preocupó a Estados Unidos en 2018 porque el satélite no era observable desde la Tierra, pero volverá a pasar el año que viene con Queqiao-2, que está diseñada para durar ocho años. Estas naves pueden mantener su posición con una cantidad mínima de combustible.
El valor estratégico de los puntos de Lagrange. Además de ocupar el punto L2 para vigilar las actividades chinas en la cara oculta de la Luna, L1 y L2 tienen sentido para instalar estaciones de paso para la conquista del espacio cislunar. “Los activos colocados en estos puntos requieren muy poca energía orbital (o delta V) para llegar a cualquier otro lugar del sistema Tierra-Luna”, explica Ars.
Pero Estados Unidos podría querer colonizar también los puntos L4 y L5, que son estables y observan el sistema como un todo, lo que permitiría crear un servicio de posición, navegación y sincronización para las naves espaciales de todo el sistema.
Ganará la carrera espacial el país que ponga más dinero. La carrera espacial entre Estados Unidos y China es, ante todo, una carrera por ver quién gasta más dinero. “El Partido Comunista Chino comprende bien la necesidad de sistemas espaciales de operaciones y está desarrollando formidables capacidades espaciales para desafiar a la estadounidense en este ámbito”, dice el informe del Congreso de Estados Unidos.
“Financiar a la NASA y el Departamento de Defensa es fundamental para garantizar el dominio y control en el espacio, liderar la gobernanza espacial multilateral e impulsar el descubrimiento científico e innovación estadounidenses”, añade. Quién iba a decir que llegar a la Luna iba a ser, otra vez, fruto de una Guerra Fría.
Matías S. Zavia