La escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China: minerales críticos en el centro del conflicto
La rivalidad económica entre Estados Unidos y China ha alcanzado un nuevo nivel tras la reciente decisión del Gobierno estadounidense de imponer sanciones adicionales a empresas chinas clave en la industria tecnológica. Este enfrentamiento ha llevado a una respuesta contundente por parte de Beijing, centrada en el control estratégico de recursos minerales esenciales para diversas industrias, incluidas las tecnológicas y militares.
Sanciones de EE. UU. contra la tecnología china
El Departamento de Comercio de Estados Unidos, bajo la administración de Joe Biden, ha incluido a más de 140 empresas chinas en su lista negra, ampliando las restricciones dirigidas a compañías involucradas en la fabricación de equipos de litografía avanzados, cruciales para la producción de semiconductores. Este movimiento busca limitar el acceso de China a tecnologías críticas que podrían fortalecer su capacidad industrial y militar.
Esta medida marca una escalada significativa en la guerra comercial, ya que afecta directamente a la capacidad de China para competir en sectores estratégicos de alta tecnología. Sin embargo, esta no es la primera acción de este tipo. A lo largo de los últimos años, las sanciones tecnológicas han sido un componente central de la política estadounidense para contrarrestar el ascenso económico y geopolítico de China.
La respuesta inmediata de China
La reacción del Gobierno chino, liderado por Xi Jinping, no se hizo esperar. Apenas un día después de la entrada en vigor de las sanciones estadounidenses, China anunció la prohibición de exportar minerales críticos a Estados Unidos, incluyendo galio, germanio y antimonio. Estos elementos son fundamentales para la fabricación de semiconductores avanzados, paneles solares y dispositivos electrónicos, además de tener aplicaciones estratégicas en defensa.
China ha demostrado previamente su capacidad para utilizar los recursos naturales como herramienta de presión geopolítica. En diciembre de 2023, ya había restringido la exportación de tecnologías relacionadas con el procesamiento de tierras raras. La decisión reciente refuerza su estrategia de proteger sus intereses estratégicos en un entorno de crecientes tensiones con Occidente.
Dependencia de Estados Unidos y el impacto en las cadenas de suministro
La dependencia de Estados Unidos y otros países occidentales de los recursos minerales chinos es significativa. Según datos recientes:
• China produce el 98,8% del galio, un elemento esencial para la fabricación de dispositivos LED y semiconductores.
• Controla el 59,2% del germanio, utilizado en fibra óptica e imágenes infrarrojas.
• Es responsable del 48% del antimonio, un mineral clave en baterías y retardantes de llama.
Esta medida intensifica los desafíos que enfrentan las cadenas de suministro globales, ya afectadas por restricciones previas y la competencia por recursos estratégicos. Jack Bedder, cofundador de la consultora Project Blue, advierte que estas tensiones podrían exacerbar los problemas actuales de acceso a materias primas críticas.
Posibles futuros pasos de China
El margen de maniobra de China no termina con esta última decisión. Si las tensiones continúan escalando, podría extender las restricciones a otros minerales como el níquel y el cobalto, esenciales para baterías de vehículos eléctricos y otras tecnologías. La situación es particularmente delicada para Estados Unidos, cuya única mina de níquel se agotará en 2028. Una prohibición de exportación de estos recursos por parte de China representaría un golpe significativo para la industria estadounidense.
Respuesta de Estados Unidos
Ante este escenario, un portavoz de la Casa Blanca ha señalado que se están evaluando las nuevas restricciones impuestas por China y que el Gobierno tomará las “medidas necesarias” en respuesta. Esto podría incluir nuevos paquetes de sanciones, incentivos para la exploración y desarrollo de minas en otros países, o inversiones en tecnologías alternativas para reducir la dependencia de minerales críticos.
Una guerra sin ganadores
Expertos como Peter Arkell, presidente de la Asociación Global de Minería de China, subrayan que esta guerra comercial no tiene ganadores. Mientras las restricciones impactan severamente a ambas economías, también generan incertidumbre en los mercados globales y afectan la estabilidad de las cadenas de suministro. La intensificación de esta disputa podría tener consecuencias duraderas para la economía mundial, ralentizando la innovación y encareciendo los productos tecnológicos que dependen de estos minerales.
Conclusión
El enfrentamiento entre Estados Unidos y China por los minerales críticos pone de manifiesto la creciente interdependencia de las economías globales y la importancia estratégica de los recursos naturales en la era moderna. Mientras ambas potencias continúan con sus políticas de presión, la comunidad internacional enfrenta el desafío de encontrar soluciones para garantizar el acceso equitativo y sostenible a estos materiales esenciales.