Tras 80 años de espera, Brasil ha conseguido su primer Oscar con la película ‘Ainda estou aqui’ (Aún estoy aquí). La celebración ha sido comparable a la euforia de ganar un Mundial de fútbol, aunque la derrota de Fernanda Torres en la categoría de mejor actriz ha limitado algo la alegría.
Un Hito en la Historia del Cine Brasileño
La Academia de Hollywood reconoció el crudo largometraje de Walter Salles, que narra la historia real de una madre que lucha por sacar adelante a su familia tras la desaparición de su marido durante la dictadura militar (1964-1985), como mejor filme internacional.
Euforia en el Cine Belas Artes
Cuando Penélope Cruz anunció ‘I’m still here, Brazil’, una explosión de júbilo recorrió el cine Belas Artes de São Paulo, que había destinado dos salas para seguir en directo la 97ª edición de los Óscar. El público, algunos vestidos para la ocasión, se levantó de sus asientos, se abrazó y lloró, mientras grababa el momento histórico con sus teléfonos móviles.
Reacciones del Público
«Es muy merecido. Esta película retrata una fase muy cruel de Brasil y nos alerta para que no se repita», afirmó Neide Trucolo, una jubilada de 61 años. Camila Dias, investigadora de 34 años, también expresó su alegría: «Estoy muy feliz. ‘Aún estoy aquí’ representa mucho para Brasil. Es un recuerdo que llevaré toda mi vida».
Abucheos a ‘Emilia Pérez’
El público mostró su antipatía hacia ‘Emilia Pérez’, abucheando cada vez que la película aparecía en pantalla. La actriz Karla Sofía Gascón, protagonista de la cinta, se convirtió en el enemigo público número uno tras acusar al entorno de Torres de «disminuir» su candidatura. Hollywood también castigó a ‘Emilia Pérez’, que solo ganó 2 de sus 13 nominaciones.
Frustración por la Derrota de Torres
La alegría por el Oscar a mejor filme internacional se vio parcialmente eclipsada por la victoria de Mikey Madison en la categoría de mejor actriz por su papel en ‘Anora’. Madison se impuso a Fernanda Torres y Demi Moore, la gran favorita. «Fue injusto, robaron a Fernanda. Estamos devastados», señaló Talita Daniela, gestora ambiental de 25 años.