Preocupación por la seguridad: Bodegueros temen aumento de delitos tras nueva política de NYPD
Un reciente cambio en las tácticas del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) para limitar las persecuciones vehiculares a casos de delitos graves ha generado inquietud en la comunidad de bodegueros, quienes temen que esta medida fomente un aumento en los delitos menores y robos en sus negocios. Los representantes de la Unión de Bodegueros de América (UBA) advierten que esta decisión deja a sus comercios más vulnerables y podría incentivar un clima de impunidad entre los delincuentes.
Nueva política del NYPD
El NYPD anunció que las persecuciones vehiculares estarán restringidas a situaciones que involucren delitos graves y violentos. Según la comisionada Jessica S. Tisch, esta decisión busca reducir los riesgos de daños colaterales, como atropellos o colisiones durante las persecuciones. En 2024, de las 2,278 persecuciones vehiculares realizadas, el 25% resultaron en accidentes con daños materiales o lesiones.
La comisionada destacó que la policía cuenta con herramientas avanzadas para detener a los sospechosos de manera más segura, sin necesidad de arriesgar la vida de civiles. Sin embargo, los bodegueros interpretan esta política como una “luz verde” para que los delincuentes operen sin temor a represalias inmediatas, especialmente en delitos como robos menores o vandalismo.
Impacto en los bodegueros
Radhamés Rodríguez, presidente de la UBA, criticó duramente la medida:
“NYPD básicamente ha dado luz verde para robar, vandalizar y aterrorizar a las pequeñas empresas sin temor a ser perseguidos. Esto es una bofetada a quienes trabajamos duro para mantener nuestras tiendas y comunidades seguras.”
El gremio expresó su preocupación por un aumento en delitos como el robo de cajeros automáticos (ATM), donde los delincuentes suelen utilizar vehículos robados para huir. Según estadísticas recientes, entre septiembre y diciembre de 2024, al menos 50 cajeros automáticos ubicados en bodegas fueron vandalizados o robados en la ciudad.
En una rueda de prensa en El Bronx, Fernando Mateo, portavoz de la UBA, enfatizó que esta nueva política envía un mensaje peligroso:
“Cuando el NYPD decide no actuar sobre delitos de ‘nivel bajo’, da la impresión de que los propietarios de bodegas no importan. Esto es inaceptable y peligroso para nuestras comunidades.”
Un ejemplo reciente
El caso de un robo ocurrido el pasado 6 de enero pone en evidencia la preocupación de los bodegueros. En una tienda del Bronx, ladrones cortaron el candado de la puerta principal, desactivaron la cámara de seguridad y se llevaron un cajero automático en un vehículo Dodge Durango. Aunque la policía logró capturar al sospechoso tras una persecución peligrosa, este tipo de operativos ya no serían permitidos bajo la nueva política.
El dilema de la seguridad pública
Mientras el NYPD defiende la decisión como una medida para proteger a los ciudadanos de daños colaterales, los bodegueros sienten que esta política los deja desprotegidos frente a una delincuencia en aumento. La UBA exige que se priorice la seguridad de los pequeños comerciantes, quienes consideran que son “la columna vertebral de sus comunidades”.
En última instancia, el debate refleja la difícil tarea de equilibrar la seguridad pública con la protección de los derechos de los comerciantes y la prevención del crimen en una ciudad tan dinámica como Nueva York.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
