La estadounidense arrasa en ‘sus’ aparatos, el salto y el suelo, es la ganadora de mayor edad desde 1952 y la primera que repite con ocho años de diferencia.
Simone Biles sigue reinando en París, la ciudad en la que ha retomado su idilio con los Juegos Olímpicos tras lo sucedido en Tokio 2020. De momento suma dos oros pero al final serán cuatro -e incluso cinco- si nada se tuerce. Hace dos días lideraba a Estados Unidos al oro por equipos y hoy ha logrado su segundo título en el concurso completo tras el de Río 2016.
Sólo las legendarias Larysa Latynina y Vera Caslavska atesoraban dos títulos en el concurso completo y lo habían hecho en Juegos consecutivos. La ucraniana en Melbourne 1956 y Roma 1960 y la checa en Tokio 1964 y México 1968.
Nadie duda de que Biles tendría tres si no hubiera sufrido su crisis de salud mental en la capital nipona pero hoy ha saldado una cuenta importante. Lo ha hecho además a los 27 años, lo que la convierte en la campeona del concurso completo de mayor edad desde la soviética Maria Gorokhovskaya en Helsinki 1952, cuando tenía ya 30 años.
Biles se impuso con una marca de 59,131 puntos y una ventaja de 1,199 sobre la brasileña Rebeca Andrade (57,932), de nuevo subcampeona olímpica como en Tokio 2020. El bronce fue para la también estadounidense Sunisa Lee, campeona en Tokio, con 54,465 puntos.
En un París Bercy repleto de glamour, con estrellas como Kevin Durant entre los que venían a rendirle pleitesía, Biles ha cimentado su victoria en el salto y el suelo, los dos aparatos en los que no tiene quien le tosa.
La estadounidense empezó su rotación en el salto con el Yurchenko doble carpado, uno de los elementos que llevan su nombre, lo que le situó ya en cabeza con una cómoda ventaja (15.766 puntos).
Ya en las asimétricas, su ‘peor’ aparato, fallaba en una transición entre barras doblando las rodillas. Biles casi daba en el suelo y tenía que hacer incluso un molino de más para recuperar la inercia. Su puntuación, 13.733, la bajaba a la tercera plaza a 267 milésimas de Andrade y 67 de la argelina Kayla Nemour.
Explosión en el suelo
La texana recuperaba la cabeza en la barra de equilibrio aunque sin alharacas porque se decantaba por un doble mortal con un giro, en vez de dos -el elemento que lleva su nombre en este aparato-, en la salida. Pese a ello sumaba 14,566 puntos, suficientes para rebasar a Andrade, con la que se iba a jugar el oro en el suelo.
Fue en su territorio natural donde Biles se desmelenó, con el Biles II en la primera diagonal y el Biles I en la tercera. Sumaba otros 15.066 y sentenciaba la final. Andrade había hecho también un gran ejercicio pero no a la altura del mito. Además había sacado un pie en su primera diagonal acrobática (14.033).
Biles también extiende a seis la racha de victorias estadounidenses en este concurso, todas desde 2004. La italiana Alice D’Amatpo acabó cuarta y la argelina Neymour, enfadada, quinta.
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