domingo 12 de enero de 2025 08:08 am
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Meta elimina su programa de fact-checking: críticas, preocupaciones globales y repercusiones políticas

El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, generó controversia tras anunciar el fin del programa de fact-checking en Estados Unidos, un sistema que desde 2016 había involucrado a verificadores independientes para combatir la desinformación en plataformas como Facebook e Instagram. La decisión, que será reemplazada por un modelo donde los usuarios asumen el control mediante “notas comunitarias”, ha desatado una ola de críticas desde distintos sectores, incluido el presidente Joe Biden.

Reacciones al anuncio

El presidente Biden calificó la medida de “vergonzosa”, señalando que es una amenaza directa a la verdad y los valores democráticos. “Decir la verdad importa, y esta decisión contradice todo lo que representa Estados Unidos”, expresó desde la Casa Blanca.

Además, la International Fact-Checking Network (IFCN) advirtió sobre el impacto global de esta decisión, dado que el programa opera en más de 100 países, algunos de ellos extremadamente vulnerables a la desinformación que puede alimentar inestabilidad política, violencia e incluso genocidios.

Por su parte, Zuckerberg defendió su decisión en una entrevista, argumentando que el programa de fact-checking estaba politizado y que había erosionado la confianza de los usuarios, especialmente en Estados Unidos. Comparó el sistema con algo “sacado de ‘1984’”, la novela distópica de George Orwell.

El trasfondo político

La decisión de Meta coincide con el retorno de Donald Trump a la presidencia el 20 de enero, un contexto que ha llevado a analistas a interpretarla como un intento de apaciguar a su base conservadora. Durante años, los republicanos y figuras como Elon Musk han acusado a las plataformas tecnológicas de censurar la libertad de expresión mediante programas de verificación de hechos.

Sin embargo, organizaciones como la AFP y expertos de la ONU han enfatizado que regular los discursos de odio y la desinformación no es censura, sino una medida para proteger los derechos fundamentales y evitar consecuencias negativas en la vida real.

Brasil toma acción contra Meta

El gobierno de Brasil ha exigido explicaciones a Meta en un plazo de 72 horas sobre cómo planea manejar la verificación de contenidos en el país tras este cambio. La oficina del defensor legal brasileño advirtió sobre posibles medidas judiciales si la compañía no presenta un plan claro para proteger los derechos fundamentales.

Preocupaciones crecientes

Los temores sobre un aumento en la incitación al odio han crecido, especialmente tras la reciente eliminación de restricciones en temas como género e identidad sexual en las políticas de Meta. Las nuevas directrices permitirán, por ejemplo, que los usuarios hagan comentarios despectivos relacionados con la orientación sexual o género, algo que activistas y expertos consideran alarmante.

Un futuro incierto

Aunque Meta asegura que busca mejorar la confianza en sus plataformas, el fin de su programa de fact-checking plantea riesgos importantes en la lucha contra la desinformación global, la promoción de discursos de odio y el debilitamiento de la democracia. Las respuestas a este cambio marcarán un precedente en el equilibrio entre libertad de expresión y responsabilidad digital.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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