Aproximadamente una decena de autobuses procedentes de Texas y uno de Luisiana arribaron con migrantes a Nueva York durante el fin de semana de Año Nuevo.
En medio de la creciente crisis migratoria en Nueva York, un desafiante flujo de autobuses cargados de migrantes ha llegado a ciudades de Nueva Jersey, burlando las recientes restricciones impuestas por el alcalde neoyorquino, Eric Adams, con el objetivo de contener la situación.
La ciudad de Jersey City, ubicada en las cercanías de la Gran Manzana, informó a través de la red social X este domingo que aproximadamente una decena de autobuses procedentes de Texas y uno de Luisiana arribaron al estado durante el fin de semana de Año Nuevo.
Estos vehículos transportaban a casi 400 migrantes, quienes al parecer optan por continuar su viaje hacia Nueva York utilizando el servicio de trenes.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, abordó la situación la noche anterior mediante un portavoz al medio Politico, indicando que se ha registrado la llegada de “un puñado de buses con familias migrantes en varias estaciones de tren”.
Murphy expresó su preocupación al considerar que su estado está siendo utilizado como “punto de tránsito” para evadir la orden ejecutiva de Adams.
Asimismo, el alcalde de Secaucus (Nueva Jerey), Michael Gonnelli, informó el domingo que funcionarios del condado de Hudson habían informado a la policía de la ciudad sobre la llegada de autobuses a la estación de tren en Secaucus Junction a partir del sábado. Detalló que se cree que llegaron cuatro autobuses y dejaron a inmigrantes que luego tomaron trenes a la ciudad de Nueva York.
Burlan las leyes de Adams
La orden emitida por el alcalde Adams, el pasado miércoles, busca regular el arribo de autobuses chárter con inmigrantes provenientes de otros estados. Exige que notifiquen su llegada a la ciudad con 32 horas de antelación, estableciendo que el incumplimiento de esta normativa se considerará un delito menor.
Las consecuencias pueden ir desde multas hasta demandas, e incluso la confiscación de los vehículos utilizados en el transporte de migrantes.
La semana pasada, Adams se unió a los alcaldes de Chicago y Denver para renovar los pedidos de más ayuda federal y coordinación con Texas sobre el creciente número de solicitantes de asilo que arriban a sus ciudades.
“No podemos permitir que los autobuses con personas que necesitan nuestra ayuda lleguen sin previo aviso a cualquier hora del día o de la noche”, dijo Adams en la conferencia de prensa virtual el miércoles con los demás alcaldes. “Esto no sólo nos impide brindar asistencia de manera ordenada, sino que pone en peligro a quienes ya han sufrido tanto”.
En respuesta a la situación, el portavoz del gobernador afirmó que las autoridades locales y federales están coordinando esfuerzos para abordar este desafío migratorio. Confirmó que “todos o casi todos” los migrantes que llegaron en los autobuses han continuado sus viajes hacia su destino final en la ciudad de Nueva York.
Los datos más recientes de la Alcaldía de Nueva York revelan que, desde abril de 2022, más de 161,000 inmigrantes han llegado a la ciudad, con alrededor de 68,000 actualmente bajo el cuidado de las autoridades locales. Estas cifras han generado un agujero presupuestario significativo, estimado en $12,000 millones de dólares para mediados de 2025, según las declaraciones de Adams.
Con información de EFE y de Pix11.