jueves 21 de noviembre de 2024 23:37 pm
Informando desde New York con la más avanzada tecnología para la generación de imágenes y sonido.

El aumento de enfermedades cardiovasculares en la población joven está estrechamente relacionado con un estilo de vida poco saludable.

En años recientes, se ha observado un preocupante incremento de factores de riesgo cardiovascular en jóvenes. Lo que anteriormente se consideraba un problema de salud exclusivo de adultos mayores, ahora afecta también a adolescentes.

La doctora Oneyda Ramírez Santana, cardióloga-ecocardiografista, advierte que la combinación de sedentarismo, dietas desequilibradas y hábitos tóxicos está elevando los casos de infartos y otras patologías en personas menores de 30 años.

Principales factores de riesgo

Entre los principales factores de riesgo cardiovascular en jóvenes se encuentran la obesidad, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, diabetes, hipertensión arterial, el consumo de tabaco y el uso de sustancias como marihuana y cocaína.

Hábitos tóxicos

La vida sedentaria, el uso excesivo de dispositivos electrónicos y una dieta alta en grasas saturadas están creando una “tormenta perfecta” para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Según Ramírez Santana: “Los jóvenes pasan más tiempo inactivos, lo que los hace más propensos a desarrollar obesidad, hipertensión y diabetes”. Además, el estrés y la inactividad aumentan el consumo de tabaco y otras sustancias, duplicando así el riesgo cardiovascular.

Salud mental y estabilidad familiar

La salud mental también es crucial. La doctora Pamela Féliz enfatiza que “la relación entre la mente y el corazón es fundamental; el estrés, la ansiedad y la depresión pueden acelerar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares”. Los jóvenes de familias disfuncionales son más propensos a trastornos alimenticios, lo que incrementa su riesgo de obesidad, diabetes e hipertensión.

Es importante resaltar que los hombres presentan un mayor riesgo de infarto que las mujeres antes de la menopausia, debido a la protección que brindan los estrógenos; sin embargo, este riesgo se iguala después de la menopausia, según Ramírez Santana.

Prevención cardiovascular

Para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, es fundamental iniciar con la prevención primaria desde el hogar. Esto incluye seguir una dieta balanceada rica en vegetales y proteínas magras, promover la actividad física y limitar el tiempo frente a pantallas.

Las doctoras Ramírez Santana y Féliz recomiendan realizar chequeos médicos regulares que incluyan un perfil de lípidos, pruebas de glicemia y exámenes cardiológicos como electrocardiogramas y ecocardiogramas.

Es esencial evitar el consumo excesivo de tabaco y alcohol, así como fomentar la actividad física diaria y mantener una dieta baja en grasas saturadas.

Estudios indican que 6 de cada 10 adultos en EE.UU. padecerán algún tipo de enfermedad cardiovascular en los próximos 30 años, lo que resalta la necesidad de estadísticas locales para abordar esta realidad.

Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta balanceada y actividad física regular, es fundamental. La doctora Féliz destaca que “la educación sobre salud mental y hábitos saludables desde la infancia puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades cardiovasculares”.

Las intervenciones deben comenzar en la infancia, con un enfoque educativo que incluya la prevención de enfermedades cardiovasculares en el currículo escolar. Los padres, las escuelas y los sistemas de salud deben colaborar para educar a los jóvenes sobre la importancia de llevar una vida saludable, promover una dieta equilibrada y la actividad física, limitando al mismo tiempo el uso de dispositivos electrónicos. Solo así se podrá frenar el creciente aumento de los factores de riesgo cardiovascular en la juventud.

Advertencia

La vida sedentaria, el uso excesivo de dispositivos electrónicos y una dieta alta en grasas saturadas están creando una “tormenta perfecta” para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Prevención

Para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, es fundamental comenzar con la prevención primaria desde el hogar.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *